Los diez minutos vuelan con una rapidez increíble. Es como si fuesen cinco minutos. Pero en ese lapso, Francisco y yo logramos compartir varias interrogantes que podrían apoyar nuestras, o mejor dicho, SUS nuevas hipótesis, ya que por el obvio motivo de mi ausencia en la sesión de ayer, me perdí de gran parte de lo que se expuso.
Una de esas interrogantes —que según él es la clave en la resolución del caso— es si verdaderamente ella robó su teléfono y con qué motivo lo hizo. No tengo otra opción más que dejarlo todo en sus hábiles manos.
El alguacil de la sala nos avisa de la reanudación del juicio. Con confianza y nerviosismo, nos disponemos a entregarnos a la Defensa del acusado. Una cosa está clara en nuestras mentes: él no es ningún criminal, mas Destiny parece una acosadora con su sonrisa desde la tribuna; da miedo, pero no tanto como que John pierda la libertad, y asimismo, su trabajo.
¿Listos para el día final de este juicio? Que la sabiduría nos guíe a la verdad.
Tribunal Supremo, 12 de noviembre, 10:16
— Muy bien. Los diez minutos han pasado. Fiscal, ¿la testigo está lista?
— Solicito su autorización para que suba al estrado —gracias a Dios está más sereno.
Su Señoría asiente, unánime a su pedido —: Hágala pasar.
Y a la vez, Taylor Coward hace su entrada triunfal, tal como una elegante princesa entrando a la corte principal de su castillo, taconeando con delicadeza —destacando además... el bolso plateado que vimos ayer—. Los alguaciles le hacen una reverencia, mientras toda la audiencia la contempla estupefactos, hasta se puede percibir cómo se dilatan las pupilas de algunos de los varones presentes, incluyendo el Juez.
Aguarda... ¡¿Y todavía tiene el vestido puesto?!
— Buenos días —saluda algo tímida, manifestando también ternura.
— B-b-b-buenos días, señorita —nuestro queridísimo Juez se traba con su frase, hipnotizado probablemente por la espléndida belleza que destila Taylor con sus rasgos físicos—. Viene muy bien vestida.
— Gracias —ríe nerviosa—. Aún me siento como en mi fiesta, la cual no pude disfrutar a plenitud dado que... mi primo... —se le quiebra la voz, pero recupera la compostura— Hasta quisiera bailar de nuevo el vals... ¿Algún... caballero de esta sala se ofrece?
— ¡P-por supuesto! ¡Es una excelente idea! —se maravilla ante su solicitud—. A-alguacil, tenga la bondad de acoplarse a la jovencita en el baile...
El policía da un paso al frente, pero el resto para llegar a Taylor es detenido—: Eh... no. Déjenlo para otro momento —se trata de Francisco, con total tranquilidad.
— Oh bueno —Taylor baja la cabeza, expresando decepción.
— Nombre y profesión —le pide Arturo.
— Taylor Coward. Soy la recepcionista del Restaurante Zafiro.
— Buen dato, Srta. Coward. Requerimos que declare algo en particular relacionado con "Zafiro".
— Por supuesto, Fiscal —habla de forma cariñosa, aún con la actitud seria de Arturo—. ¿Qué les gustaría saber?
— Rememorando la sesión de ayer, se reveló que la supuesta bancarrota de la Clínica Melean resultó ser una descarada farsa. Y la empresa responsable de que dicha farsa se divulgase es la Empresa Zafiro —expone leyendo el folio correspondiente a la información dada—. Sin ofender, claro.
— Descuide —la dulce sonrisa de Taylor reaparece en su rostro.
— Bueno. Ya que trabaja para ella, solicito su testimonio acerca del porqué se hizo esto.
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Acta del Veredicto (EN PAUSA TEMPORALMENTE)
Mystery / ThrillerValery Girers es una prodigio en Derecho Jurídico. Sobresalió en cada una de sus prácticas y evaluaciones para llegar a donde está ahora. Compareciendo en un tribunal según sus ideales. Así caiga, así se frustre, se escucha a sí misma decir: "Creeré...