7. No me veas

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Capítulo 7

No me veas.

"Puedo deshacerme de todo cuando escribo; Mis dolores desaparecen, Mi valor renace

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"Puedo deshacerme de todo cuando escribo; Mis dolores desaparecen, Mi valor renace."

- Ana Frank.

En estos últimos años en la secundaria, se puede decir que no me han pasado cosas muy interesantes.

Siempre me he mantenido apartada, solo tratando de pasar desapercibida.
Y creí que lo había logrado, nadie se ha metido conmigo y agradezco eso.

Pero precisamente en este último año las cosas han sido bastante diferentes para mi.

A penas es el segundo día de clases y las cosas están demasiado fuera de control.

Y una prueba de eso es éste momento...

Me encuentro en un pasillo oscuro de la biblioteca arrinconada por la persona que nunca en un millón de años hubiera imaginado.

Puedo sonar algo exagerada pero eso era lo que pensaba.

El se encuentra a escasos centímetros de mi con su cabello negro alborotado y sus ojos café mirándome fijamente.

Es como si quisiera descubrir un misterio por medio de mis ojos y no puedo descifrar cuales son sus intenciones.

¿Qué no soy común y no me pude ocultar de él?

¿Que se supone que significa eso?

Habla como si supiera algo de mi...

Y eso me asusta.

—¿De qué hablas? Aléjate de mí.

¿Será uno de esos asesinos de las películas y me quiere amenazar para luego matarme y enterrarme en un bosque o lanzarme a un río?.

Bien, eso si fue exagerado, creo que he visto suficientes películas de terror.

El sigue sin despegar sus ojos de los míos y su semblante es serio.

Pero de un momento a otro cambia y una sonrisa maliciosa se forma en sus labios.

—Te asustas fácilmente Ashley —Ahora resulta que también sabe mi nombre.

Yo me suelto de su agarre empujándolo hacía atrás.

—¡Estás loco! ¿Qué crees que haces?.

—No es de buena educación gritar en la biblioteca.

—y ¿si lo es acosarme de esa forma? —digo de forma irónica.

—No te estoy acosando, solo estaba buscando unos libros para estudiar para un examen de matemáticas que tengo después de ésta hora — si, claro.

—y ¿piensas que te voy a creer?.

—Es la verdad, estaba en el otro pasillo y vi cuando pasaste y tuve curiosidad de ti.

No puedo seguir con ésta conversación lo mejor es alejarme de él.

—ya me tengo que ir —digo mientras me agacho a recoger el libro y la nota que están tiradas en el piso.

Ya estoy saliendo del pasillo cuando el me habla.

—Ashley —no me acostumbro a el hecho de que sepa mi nombre —Lo que te dije no era broma, sé que no eres como los demás.

Esas palabras me dejan sin aliento pero sigo caminando lo más rápido que pueda para salir de ahí.

Salí y la bibliotecaria ni siquiera se dio cuenta que salí con un libro. Ella estaba muy concentrada en su celular.

Me dirijo al baño y me encierro en uno de los cubículos.

Se lo que están pensando, que soy una cobarde que no afronta sus miedos.

Pero todo no es tan fácil, de hecho he mejorado mucho, antes no podía ni asistir a la escuela. Me mantuve un año completo tomando clases desde mi casa.

Pero el hecho de que Asher sepa algo sobre mi, me aterra.

Sostengo la nota en mi mano y me pregunto si fue él quien la escribió, si el está queriendo descubrir quien soy.

Pero eso es algo ilógico, de tantos libros que hay en la biblioteca no hay forma en que el supiera que yo leería ese.

Mi problema es que pienso demasiado, tal vez solo debería arriesgarme y enfrentar las cosas.

Ahora que lo pienso lo que dijo Miranda es cierto.

Antes de que me pueda arrepentir tomó un lápiz y escribo en la nota, en la parte de debajo de donde la persona escribió:

¿A qué aventura te refieres?

Y antes que nada ¿ por qué haces esto?

¿Quién eres?

Ni siquiera lo pensé y salí del baño y volví a la biblioteca. Por suerte Asher ya no estaba ahí.

Puse el libro en el lugar donde estaba antes y salí antes de que pudiera arrepentirme o cuestionar algo de lo que había hecho.

_

En estos momentos me encuentro fuera de la escuela, hasta ahora no había pensado en que me tengo que ir con Miranda.

Y siento que esto será incomodo por lo que pasó esta mañana.

No he visto a Miranda ni a Lucas salir pero estoy tomando en cuenta el irme a pie, solo son unas cuantas esquinas para llegar a mi casa.

Estoy a punto de irme cuando veo que un auto se detiene frente a mi.
Los vidrios se bajan dejando ver a la persona dentro...

El Hombre Del Sombrero Negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora