Esta aquí.
Puedo sentir su respiración, estoy segura de que sus ojos están fijos en mi.
A pesar de que no puedo ver su rostro lo sé y es algo aterrador.
No se que quiere o cual es la razón por la que se encuentra aquí pero el parece estar seguro de...
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"La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia."
-Edgar Allan Poe.
Es increíble ver como en un segundo pueden cambiar las cosas.
Un segundo puede hacer una gran diferencia a pesar de que parezca algo tan insignificante.
En un segundo puedes perder la vida…
En un segundo puede suceder algo que te afecte para toda la vida.
Y luego quieres que ese segundo no hubiera pasado nunca.
Pero ya paso y no hay nada que podamos hacer para volver al pasado y cambiar ese “insignificante segundo”
Estoy en el pasillo de espera para ir a mi cita con Katherine mi psicóloga. Papá insistió en que viniera luego de lo que paso el sábado.
Mi mente ha estado nublada desde entonces, lo único que recuerdo es ver a mi padre en cuanto desperté el domingo en la mañana. Todo estaba tan confuso para mi que solo pude llorar con todas mis fuerzas por lo horrible de la situación y la sensación de terror que había dejado en mi. No conteste ninguna llamada de Lucas ni de Miranda solo pase el día en la cama procesando todo…es que parecía tan real.
Fue casi tan terrorífico como aquel día.
El primer día en que lo vi…
9:10 Am
Año: 2015
—¡Date prisa Ashley mamá nos está esperando! —Esa voz chillona de Alicia me habla esperando a que salga del baño.
—Ya casi termino, ¡ESPERA!
—La pasaremos genial este fin de semana, te lo prometo —Al salir del baño veo a Alicia con mi mochila en las manos y una chispa de alegría en sus ojos.
—Claro… si tu lo dices.
—Te lo aseguró, haremos la mejor pijamada del mundo —Si, así es Alicia.
Cuando bajamos a la sala la tía Kiara está hablando con mis padres de algo mientras ellos están parados en la puerta con sus maletas en mano.
El rostro de mamá se ilumina en cuanto me ve.
—Al fin despertó la bella durmiente —dice con una amplia sonrisa.
—¿Ya estás lista cariño? —Interviene papá.
—Sí —Le digo mientras me dirijo hacia ellos y les doy un abrazo.
