30. El Robo [Parte 2]

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Capítulo 30.

El Robo (2).

"Enfrenta la realidad tal como es, no como era o como deseas que fuera

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"Enfrenta la realidad tal como es, no como era o como deseas que fuera."

-Jack Welch Jr.


¿Y si lo intento?

Todos los acontecimientos en los que me he visto envuelta hasta ahora, me han arrojado hacia lo que ahora veo como una posibilidad de resolver todas mis dudas.

Dudas con las que tuve que vivir durante años.

Lo cual es algo aterrador, el no tener la mínima idea de lo que ocurre en tu vida. El tener que vivir en un poso de incontables preguntas sin respuestas, pensamientos tan lejanos y absurdos con los que tenía que lidiar día tras día.

Perdiendo cada vez más la esperanza en que las cosas serán diferentes, un día.

Pero he llegado a la conclusión de que no vale la pena lamentarse y derramar un millón de lágrimas en tu almohada.

Se que ahora es tiempo de actuar.

De reunir las pruebas necesarias y descubrir de una vez por todas, que es lo que está ocurriendo.

Ya fueron suficientes lágrimas derramadas.

Ahora se lo que debo hacer…

                        ***

—¡¡Ashley!!, espera —la voz de Miranda suena distante, mientras bajo las escaleras con rapidez.

Habib y Daisy me miran con desconcierto al verme bajar tan rápido, le lanzo la memoria a Habib, quien la atrapa mientras me sigue viendo como si estuviera loca.

—¿Crees que podemos entrar a la oficina donde están las grabaciones de las cámaras de la escuela? —pregunto con voz neutra.

Habib me mira enarcando una ceja con cierta duda.

—Eso creo…—duda un poco.

—Ashley, ¿Qué es lo que piensas hacer? —Miranda se posiciona frente a mi, con obvia confusión en el rostro.

—Creo que las cámaras captaron aquello —hago una pausa—. Y necesito que me ayuden.

—¡Viste a la cosa rara de la calle! —Daisy interviene con asombro.

—Eso creo.

A pesar de que en el fondo no quiero involucrarlos más, sé que necesito hacer esto. A demás no pienso darle detalles acerca de lo que en realidad ocurre.

—Tenemos que encontrar la forma de entrar a la preparatoria sin ser vistos por el guardia, abrir la puerta hacía la oficina, y copiar la grabación que necesito en la memoria —Los chicos siguen mirándome con el ceño fruncido—. Y tiene que ser esta noche, ¿Cuento con ustedes?.

El Hombre Del Sombrero Negro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora