Esta aquí.
Puedo sentir su respiración, estoy segura de que sus ojos están fijos en mi.
A pesar de que no puedo ver su rostro lo sé y es algo aterrador.
No se que quiere o cual es la razón por la que se encuentra aquí pero el parece estar seguro de...
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"En ocaciones la realidad se abre paso a través de las locuras más incomprensibles."
-Sandra Andrés Belenguer.
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ASHER.
¿Les cuento algo incomodo?
Pues es algo que me ha venido sucediendo desde hace días. Entro en un lugar el cual antes no estaba acostumbrado a frecuentar y todos me miran como si fuera un extraterrestre.
Y no bromeo con eso…
—¡Hey! Collins, ¿a donde vas? —me doy la vuelta al escuchar a voz de Erick.
—Tengo que hacer algo en la biblioteca —le digo y sigo caminando restándole importancia a su presencia.
—ahora que lo pienso nunca en mi vida pensé escucharte decir eso —bufa con un gesto exagerado de asombro en su rostro.
Si, así es Erick. A veces puede ser un payaso pero, a quien engaño, es mi mejor amigo desde la infancia.
—Vamos, sabes que tengo razón —el continua siguiéndome.
Y llegamos a la puerta de la biblioteca.
Al entrar todos se voltean a mirarnos como si no creyeran que de verdad estuviésemos aquí.
Se los dije.
—¿ves, lo que te dije?, Todo el mundo esta enterado de tu repentino cambio —Erick me da un empujón y me lleva casi arrastrando a los pasillos de la biblioteca.
—¿Qué te ocurre? —le digo mientras nos detenemos en uno de los pasillos de atrás.
Erick suspira.
—Ven, siéntate aquí amigo —dice en cuanto se sienta en el suelo del pasillo y me señala el espacio a su lado.
—Erick, ¿Qué rayos haces? —le espetó y me cruzo de brazos.
