Estar aquí ya no se sentía bien. Saber que ella era la chica que despidieron hace años, me hizo sentir muy incómoda. El sentimiento de culpa me dominó en ese momento.
No podía haber contacto visual entre nosotras. En realidad, yo no podía mirarla a los ojos. Ella, por otro lado, parecía tener la confianza suficiente para hacerlo.
Mientras repasaba las reglas de su clase, sentí que me estaba lanzando indirectas aquí y allá. Por la forma en que me miraba, todavía estaba herida por lo que le hice.
"¿Cómo se suponía que me quedaría en esta clase?"
No había manera. En venganza, probablemente ella me iba a reprobar. No podía permitirlo, este era mi último año escolar y tenía que aprobar esta materia para graduarme.
Estaba decidida, después de la clase estaba planeando ir a la secretaría para cambiarme de esta aula. Ojalá hayan más clases de inglés disponibles. Seguro que las había y con suerte no estaban completamente llenas.
Incluso si todas estuvieran completas, tal vez alguien cambiaría de clase conmigo. Vamos, la Srta. Bae estaba muy sexy, estoy segura de que cualquiera estaría dispuesto a tenerla de maestra.
Lástima para mí, habría disfrutado de la vista de su sexy cuerpo todos los días. Pero no podía, era un poco incómodo saber que ella era la misma maestra a la que despidieron, por una travesura mía.
Y no puedo negar que hace cinco años, la Srta. Bae parecía una mujer adulta, ante mi vista. Pero ahora que la veo nuevamente sigue pareciendo mayor, pero ya no tanto. A mis ojos ella ya no era una mujer adulta, ahora era una joven y muy hermosa Srta.
Ahora entendía lo que mi padre me dijo aquella vez.
"Lisa, en tus ojos se ve mayor porque apenas tienes doce años - dijo mi papá - Pero para nosotros, ella es muy joven, prácticamente una adolescente"
Por supuesto, ahora tenía sentido. Mi visión de las cosas había cambiado a lo largo de los años, porque había crecido y madurado. Y como dije anteriormente, la Srta. Bae ni siquiera parecía de su edad, parecía más joven.
— No habrá ningún mal comportamiento en mi clase — citó la maestra — No dejen que la presión de sus compañeros los empuje a hacer travesuras — Me miró directamente.
Sí, ella estaba dirigiendo eso hacia mí. Sin embargo, yo jugué con mi brazalete, tratando de ignorarla.
— Señorita Manoban, preste atención — exigió.
Miré alrededor de mi escritorio y vi cómo algunos de mis compañeros también estaban algo distraídos, pero ella no les decía nada.
— Lo siento — Me disculpé, decidí ir a lo seguro. No podía permitirme meterme en problemas.
Había cambiado mi forma de ser desde sexto grado. Ahora era una estudiante con un promedio de A+. No podía darme el lujo de bajar esa calificación.
— Ajá, seguro — murmuró en voz baja.
"Qué demonios".
Estaba siendo respetuosa. Lo siento, pero la Srta. Bae necesitaba ser profesional y dejar de estar resentida conmigo. Habían pasado cinco años desde el incidente.
"¿Cómo pudo guardar rencor tanto tiempo?"
Además, yo era una niña en ese entonces. Tenía doce años, no era realmente consciente de lo idiota que estaba siendo.
Pero ahora sé que hice mal y que cometí un gran error. SÍ, merecía ser castigada por ello, pero no con mis calificaciones. Sería realmente un desastre si la Srta. Bae decidiera poner en peligro mi último año de escuela.