•Alex•
¿Debería estar yendo hacia el bar de Nicky? Probablemente no, pero ella me ha invitado de nuevo, y ésta vez no pienso cometer la locura de invitar a Lorna y por todos los santos y demonios, espero que Piper no se aparezca allá.
Adoro verla, pero necesito un momento para escuchar algo que no sean solo negaciones y sermones como los de Lorna o provocaciones desmedidas como las de la rubia.
Aunque pensándolo bien, no son horas para que una chica de 17 años ande sola por la calle, ¿o si? No, yo no lo creo, y por más que eso me conviene ahora, sigo creyendo que es demasiado jodido.
Aparco y me deshago del cinturón de seguridad abriendo la puerta de mi auto para entrar al bar, que por la hora parece un poco abarrotado.
Nunca había visto el sitio en éste horario, ni tampoco había notado que había algunas bailarinas haciendo su show aquí, lo cual no me extraña siendo que Nicky es la propietaria del bar.
A penas me ve acercarme a la barra, una sonrisa enorme se asoma de sus labios y extiende los brazos como si fuera a abrazarme.
Parece como si nos conociéramos hace años y me gusta que sea así, me siento bastante cómoda con ella.*Nicky: -¡Pero si aquí estás profesora sexy!- Dice haciendo que todos volteen de inmediato a mirarme.
*Alex: -¿Quieres callarte?- Me siento frente a ella. -Lo último que quiero es llamar la atención.-
*Nicky: -Bueno, quizás si te vistes como pordiosera y te pones una bolsa de papel en el rostro... No, espera, incluso así llamarías la atención.- Se burla sirviéndome una cerveza.
*Alex: -Eres una tonta.- Ruedo los ojos. Tomo la cerveza y bebo un hondo trago que de inmediato me reconforta. En verdad me hacía falta ésto.
*Nicky: -Y... ¿Cómo está todo con la suave conejita?- Se burla mordiéndose los labios.
*Alex: -Deja de referirte a ella así, es asqueroso.- Frunzo el ceño recordando lo que me dijo en cuanto a pretenderla y el enojo llega de pronto a mí.
*Nicky: -Ambas lo sabemos, ella es una suave conejita y tú eres toda una loba que ha cazado montones...-
*Alex: -No me ayudes, tonta.-
*Nicky: -¿Lo niegas entonces? Vamos Alex, cuéntale a tu amiga tus problemas de amor.-
*Alex: -No lo entiendes... Ella es... Perfecta.- Pongo la cerveza en la barra y bajo la mirada. -Es necia, rebelde y exhasperante Cómo el infierno, pero también es la mujer más linda cuando se lo propone... Sin embargo es mi alumna, ¿sabes lo delicado que eso es?-
*Nicky: -No tendría por qué serlo, a kilómetros se nota que ustedes son tal para cuál, ésta tarde hablaba con ella de hecho.- Su sonrisa sugerente me hace sentir celosa de inmediato.
*Alex: -¿Ah sí?- Bebo otro trago de la cerveza queriendo restarle importancia al jodido asunto, pero me está carcomiendo las entrañas.
*Nicky: -Sí... Es una chica muy sexy, ¿sabes?-
*Alex: -Claro que lo sé.-
*Nicky: -Justo le decía que se pusiera una linda falda corta, ella tiene unas piernas especialmente llamativas, ¿las has visito?- Arquea una ceja de forma pícara.
*Alex: -Incluso las he tocado, y son perfectas.- Estoy furiosa por lo que dice y ya ni siquiera sé si quiero llamarla amiga, ni menos sé lo que estoy diciendo.
*Nicky: -¡Vaya, gafitas!- Se ríe y me palmea en el brazo. -No me esperaba tal avance. Esto merece un buen brindis.- Sirve un trago de algo que prefiero no preguntar y yo lo bebo sin más.
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ENSÉÑAME
ФанфикUna historia entre dos almas gemelas tan inteligentes para saber reconocer sus sentimientos y diferencias, con bastante tacto para tratar de hacerlo funcionar para ambas, pero lo suficientemente desesperadas como para no perder el tiempo y enfrentar...