34 - Cena

898 108 131
                                    

Alex

El ciclo escolar va llegando a su fin, y con ello un montón más de trabajo y también un poco más de nostalgia puesto que en poco tiempo me iré a Londres a cumplir uno de mis sueños que se había estado tardando mucho en llegar, debo decir.
Estoy tras el escritorio llenando algunos reportes respecto a los diferentes grupos que sin duda, voy a echar muchísimo de menos.
Levanto la vista hacia los escritorios donde mis alumnos trabajan arduamente en algunos de sus proyectos finales y aunque debo decir que no soy la profesora más sociable del mundo, siempre he tratado de mantener la cordialidad y la sencillez para hacer más cómoda toda interacción.

Piper mordisquea la parte de atrás de su bolígrafo mientras acomoda de manera casi compulsiva su cabello suelto y una sonrisa estúpida se me escapa iluminando mi rostro.
Es tan preciosa incluso solo ahí, intentando concentrarse que no sé cómo voy a poder resistir tanto tiempo sin esto, sin poder verla ahí, siendo mi alumna estrella.
Sus ojos azules de pronto se levantan hacia mí y una sonrisa coqueta atraviesa su bello rostro de forma casi fugaz, en que solo ella y yo podemos darnos cuenta de lo mucho que eso significa, de todo lo que encierra el simple gesto de complicidad entre ambas.
Y es que tenemos una conexión tan asombrosa que pareciera que nuestros cerebros comparten las mismas ideas de alguna forma telepática.

*Pennsatucky: -¿Profesora Vause?- Su voz ronca me saca de la ensoñación y Pipes de inmediato desvía la mirada hacia el cuaderno en su escritorio.

*Alex: -¿Sí?- 

*Pennsatucky: -Es que quería preguntar, usted sabe que las normas de la universidad son bastante estrictas en cuanto a relaciones indebidas, ¿no?-

*Alex: -No le veo relevancia al asunto, señorita Dogget.- Digo con severidad queriendo desintegrarla con la mirada al igual que a su par de amigas que se burlan en voz baja. -Todo el mundo aquí conoce el reglamento.-

*Pennsatucky: -Cierto, pero supongo que a algunas personas solamente se les da el querer romper las reglas... ¿El castigo es fuerte?-

*Alex: -Eso puede preguntárselo a la directora Reznikov en alguno de sus módulos libres, por ahora le sugiero que continúe con su proyecto, en un momento revisaré el avance de todos.-

*Leanne: -Creo, profesora Vause, que Penn está siendo muy directa, incluso yo he entendido a lo que se refiere.-

*Alex: -Si tienen algún inconveniente con mi trabajo, con toda confianza pueden hacérmelo saber. En cuanto a mi vida personal, vuelvo a repetirles que eso no les incumbe.-

*Angie: -Solo piénselo, sería una lástima que alguien fuera vetado de la universidad, ¿no lo cree?-

*Alex: -Si no son ustedes, deberían dejar de preocuparse. Ahora, no quiero volver a escucharlas, solamente enfóquense en su trabajo.-

Suelto un suspiro con fastidio y frustración, aunque al mismo tiempo también con un poco de alivio, puesto que no será mucho el tiempo que tendremos que seguir tolerando todas estas indirectas e intentos de chantaje por parte de Pennsatucky y sus secuaces, y aunque eso también significa que Piper y yo debamos estar lejos por un tiempo, por lo menos sé que podremos continuar con nuestras vidas de una forma más tranquila y normal.
Enfoco mis ojos en el montón de hojas en mi escritorio, pero no soy capaz de concentrarme. Todavía siento a mi corazón latir con fuerza por los comentarios de esas tontas, y al mismo tiempo la nostalgia me está tomando de rehén al pensar que ésta sería ya la segunda vez que voy a mudarme; la primera fue cuando vine a la universidad y me despedí de mis padres en New Jersey, y aunque jamás dejé de comunicarme con ellos, fue un cambio bastante duro.
¿Cómo será ahora estar lejos y sin Pipes? La ansiedad me consume y causa estragos que de pronto me hacen sentir abrumada y desconsolada.
Una cosa es dejar a mis padres y saber que aunque lejos, siempre van a estar esperando por mí y siempre van a recibirme con los brazos abiertos, aunque es claro que estamos pasando por un momento difícil justo ahora, pero otra cosa muy distinta es dejar a mi novia aquí, en la ciudad tan ajetreada, llena de un sinfín de personas a las cuales, estoy segura de que no les es indiferente.

ENSÉÑAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora