•Piper•
El último par de meses ha sido más que jodido, mucho más todavía de lo que alguna vez pensé que sería a penas Alex se fuera de mi lado.
Por las diferencias de horario aún no nos adaptamos bien, hemos hablado poco y sobre nada muy relevante a decir verdad, así que el día en que podemos enlazar una videollamada de diez minutos o llamarnos cuando alguna de las dos va rumbo a sus actividades, ese es un buen día.
Casi siempre nos hablamos un poco más los domingos, cuando ambas coincidimos en no tener grandes ocupaciones, pero a veces no es posible ni siquiera ese día.Papá me dijo que en las prácticas me aceptaron solamente con saber que soy una Chapman, pero a penas llegué a mi primer día, me pusieron en claro que no iba a tener ningún tipo de privilegios, y aunque no me lo esperaba, a decir verdad, ahora incluso me están jodiendo todavía más de lo que considero deberían.
Cuando salgo tarde de la universidad no dispongo de mucho tiempo ni siquiera para ir a comer, más bien solamente me pongo ropa distinta y conduzco hacia el edificio del N.Y. Times, donde toneladas y toneladas de escritos me esperan en la mesa del rincón de afuera de la oficina de mi jefe, el señor Caputo, que ni siquiera se toma dos segundos para saludarme, más bien me gruñe que ponga la cafetera o me apresure con los manuscritos mientras él se encierra por horas con su recepcionista Natalie.
En pocas palabras, el ambiente laboral es una mierda, no tengo descanso, pues lo utilizo para hacer mis tareas de la universidad y me he estado haciendo bastante adicta al tabaco. Mi hora de salida es a las ocho, pero con suerte y puedo salir minutos antes de las nueve cada día, hasta no cumplir con al menos la mayoría del sinfin de pendientes que siguen acumulándose cada día sobre mi escritorio.
Entre eso y el tráfico de la ciudad, prácticamente estoy fuera de casa desde las 7:30 am hasta después de las 10pm cada día, así que si logro escuchar la llamada de Alex antes de quedarme dormida, aunque para ella sea ya entrada la madrugada, es una suerte.Los domingos normalmente pongo al corriente algunas tareas de la planeación que los profesores nos entregan, para así disminuir un poco lo que debo hacer en mi descanso de las prácticas, y sin contar que es el día en que más duermo y me alimento mejor, hablamos un poco más relajadas y por más tiempo, pero aún así siento que no es suficiente.
Hoy hemos quedado para cenar por videollamada, y aunque para mí están por dar las 5pm, ella tiene ya casi las 10pm, y dado que mañana es lunes, no puede desvelarse demasiado, así que es toda una odisea poder ponernos al día.Odio ver que Zelda y ella han vuelto a hacer las pases ahora que la pelirroja está en el mismo sitio que Alex. Es decir, agradezco lo que hizo por nosotras al recoger todos esos panfletos que las estúpidas drogadictas se encargaron de regar por la universidad, pero no me hace ni un poco de gracia que esté cerca de Alex, y menos aún que publique tantas fotografías con ella, etiquetándola cada dos segundos ya sea sobre sus clases de la maestría o porque han salido a tomar un café al sitio de la famosa Stella.
Es increíble lo incómoda que me siento cuando Alex las menciona.Coloco mi plato en la barra de la cocina, hoy hemos cocinado fetuccini Alfredo con camarones, y aunque sé que debe ser delicioso, en verdad no tengo mucha hambre, pero prometimos que cenaríamos lo mismo juntas a la distancia, así que no tengo ninguna objeción.
Traigo conmigo también una botella de Pinot Noir ya que no tenemos Chardonnay en casa, ni tampoco tuve tiempo de salir a comprarlo, pero de cualquier forma sé que irá bien.
Cubiertos alineados y copa lista, aliso el vestido que tontamente me puse para nuestra ciber cita de hoy, y me siento frente a mi laptop aguardando a ver que ella me llame.
Bebo un poco de vino para luego aspirar su aroma a frutos rojos y rosas que de inmediato me hace suspirar por lo delicioso que es.
La acidez del vino me hace estremecer un poco, pero sigo haciéndolo girar en mi copa hasta que veo el ícono de llamada en mi pantalla, así que la acepto en seguida.
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ENSÉÑAME
FanfictionUna historia entre dos almas gemelas tan inteligentes para saber reconocer sus sentimientos y diferencias, con bastante tacto para tratar de hacerlo funcionar para ambas, pero lo suficientemente desesperadas como para no perder el tiempo y enfrentar...