¿Sabes lo que es el síndrome de la abstinencia? Seguramente sí, pero voy a decírtelo de cualquier forma para entrar en contexto. Cuando por razones diversas se deja de administrar alguna sustancia, aparecen una serie de síntomas psíquicos y físicos que crean un intenso malestar, entre ellos algunos de los síntomas son: agitación y conducta inquieta, desánimo, fatiga, sensación de molestia general, sueños demasiados intensos y desagradables, disminución de la actividad, mal humor, entre otros.
Y bueno, eso es exactamente en lo que me he convertido desde que no puedo estar con Piper, más que unos cuántos minutos los viernes. En una Alex con síndrome de abstinencia.Han pasado ya un poco más de dos semanas, y aunque he visto a Nicky y cenado con Lorna, a quien por cierto le he contado todo el asunto con Piper hasta ponerla al día de lo que nos está sucediendo ahora, nada logra reconfortarme.
Sylvie ha estado jodiendo enviándome cientos de solicitudes de mensaje, pero no pienso aceptar ni una sola, tampoco estoy tan desesperada como para hacer una idiotez así.
Camino cabizbaja por el pasillo que conduce a mi aula, ya ni siquiera me interesa beber café, sé bien que eso no va a ayudarme a recuperar el entusiasmo o animarme de alguna manera. El pasillo está desierto, parece que otra vez he llegado o demasiado temprano o demasiado tarde y eso tampoco me importa ni un poco.
La puerta de la sala de maestros se abre casi dándome en la nariz y cuando volteo con mirada asesina para reclamarle al idiota que me ha casi golpeado, me doy cuenta de que es Zelda quien de inmediato frunce el ceño y aguarda a lo que voy a decirle, pero no, ella y yo no estamos hablando ahora, no después de todo lo que desencadenó.La semana pasada la puse en su lugar respecto a todas las idioteces que le metió en la cabeza a mi novia, y aunque para ella Piper es demasiado frágil para haberse puesto mal con lo que ella le dijo, para mí no es ninguna exageración, porque yo le creo a Piper.
Comenzamos conversando con tranquilidad, pero una vez que las cosas estuvieron sobre la mesa ni ella pudo contenerse y menos yo.
Recordar la manera en que se puso como loca me hace apretar la mandíbula solo de verla en frente y no poder darle un puñetazo. ¿Quién iba a decir que algún día las cosas se pondrían así con ella que siempre había sido mi amiga?***FLASHBACK***
Zelda insistió en que fuéramos a cenar a algún sitio, pero para lo que tengo que decirle, no quiero perder el control delante de las demás personas, así que he optado por hacerla venir de nuevo a mi departamento solo para charlar, habría ido al suyo pero hay que recordar que los leones están más confiados en su propio territorio y además, prometí no gastar de más mi gasolina.
A penas llega con el alboroto habitual y besa mi mejilla quiero hacerla que vuelva por el pasillo y se largue, no he podido dejar de imaginar cómo trató a Piper en mi ausencia, y después de eso tuvo el cinismo de sentarse a cenar conmigo.
*Zelda: -¿Qué quieres ordenar de cenar? Leí que hay buenos restaurantes griegos por aquí, aunque la comida latina que trajiste la otra noche no estuvo nada mal.-
*Alex: -No te invité a cenar, te dije solamente que quiero hablar contigo.- Digo y mi voz sale como un disparo.
*Zelda: -Okay.- Hace una mueca. -Entonces soy toda oídos, ¿qué sucede?-
*Alex: -Dímelo tú, ¿qué rayos te sucede a tí?-
*Zelda: -¿De qué hablas, Alex?-
*Alex: -¿Qué tanto le dijiste a Piper cuando vino a buscarme? ¿Y por qué rayos hiciste algo como eso? Ella es una niña a tu lado, ¿cómo pudiste acorralarla de esa forma tan cobarde?-
*Zelda: -Ah...- Se burla. -Así que la chiquilla fue corriendo a contarte, ¿eh? No pensé que fuera tan frágil. No le dije nada que no fuera verdad.-

ESTÁS LEYENDO
ENSÉÑAME
FanficUna historia entre dos almas gemelas tan inteligentes para saber reconocer sus sentimientos y diferencias, con bastante tacto para tratar de hacerlo funcionar para ambas, pero lo suficientemente desesperadas como para no perder el tiempo y enfrentar...