22 - Cupido

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•Alex•

El regreso a N.Y. parece bastante bueno y confortante de alguna extraña manera, sobre todo por tener a mis padres lejos de nosotras, y aunque no he olvidado ni un poco lo que pasó la última vez que hablé con Lorna, siento que la echo de menos pero no quiero aún así ir tras ella, y admito que me gustaría contarle lo que ha sucedido y que Piper ha conocido ya a mis padres, lo que a cualquier persona con sentido común le demostraría que no estoy jugando y el asunto con mi rubia va bastante en serio.

Es otro lunes más y aunque me tomé el fin de semana para ir a ese par de conferencias con mis alumnos, hoy tengo mi día libre del trabajo en la cafetería.
Ahora quisiera pasar el rato con Pipes como lo hemos estado haciendo últimamente, pero no es posible, pues ella está en casa con su hermano que está castigado y sus padres no están, así que necesitan que vigile que no utilice la televisión de su cuarto, la sala o los videojuegos.
Prácticamente ha sido un castigo triple, para él que no puede hacer nada, para Piper que debe estar encerrada en casa cuidando que el castigo se cumpla, y para mí que no puedo verla.
El día entero me lo paso haciendo limpieza y surtiendo un poco la despensa, aunque en realidad no hay mucho qué hacer, y básicamente parezco un fantasma en mi propia casa. Para la tarde estoy totalmente libre de cosas que hacer y en otras circunstancias habría ido a casa de Lorna a cenar con ella y Vinny, pero dada la discusión que tuve con mi amiga por el asunto con Piper, últimamente ella me ha estado dejando de lado y yo, tratando de evitarla me he centrado también en otras cosas, sin contar el tiempo que paso con mi novia y el pasado viaje, al que probablemente habría sido mejor idea que Lorna nos acompañara, pero bueno, su actitud no ayudó en absoluto.

Conduzco hacia el bar de Nicky, hace un tiempo que no me paso por aquí, y tampoco hemos estado en contacto desde que besó a Lorna, y probablemente ella piense que yo estoy molesta por eso, cuando en realidad debería escribirle todo un discurso de agradecimiento por hacerle sentir algo a Lorna después de tanto tiempo que ha permanecido en ese estado zombie de conformismo con las migajas de felicidad que Vinny le da.
El sitio no está tan lleno como de costumbre, y tampoco la sonrisa de Nicky es tan radiante como la recuerdo. Más bien, es una temblorosa reacción que parece más una mueca de sufrimiento que de felicidad por verme.
Conforme me acerco veo un montón de rasgos diferentes en ella: el cabello más despeinado que de costumbre, no lleva maquillaje y las ojeras le cubren gran parte de su rostro.
Los labios partidos sostienen un cigarrillo a penas encendido que parece que funge como parte de su hornamenta raida.

*Alex: -Hola Nicky.- Saludo moviendo la cabeza.

*Nicky: -Hey, los milagros existen y los ángeles se caen del cielo después de todo, ¿eh?- Se da la vuelta y trae consigo un par de shots y una botella.
Sirve con manos temblorosas y desliza uno hasta mí, con el que ambas brindamos y bebemos hasta el fondo.

*Alex: -¿Qué mierda ha pasado en este tiempo? Te ves... Distinta...-

*Nicky: -¿Que qué ha pasado?- Se ríe con cinismo. -Estoy jodida, eso sucede.- Los ojos vidriosos me observan como si el asunto fuera evidente.

*Alex: -¿Has comido al menos? Te ves mal Nicky... Incluso para ser tú.- Me burlo tratando de aligerar un poco el ambiente.

*Nicky: -No recuerdo siquiera la última vez que comí algo caliente... Eso sí no contamos a Shani.- Se carcajea pero su risa suena vacía.
Como la de un payaso triste, y justamente esa es la definición de ella en este momento. -Pero estoy bien, aún sonrío, ¿lo ves?-

 -Pero estoy bien, aún sonrío, ¿lo ves?-

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