Bang Bang || [Creepypasta Masky Prequel] | Book 2

➳ 𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 3

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9:10 p.m.

Eva Smith.

Ya han pasado unos minutos desde que me encontré con mi madre en las cajas del supermercado, mi madre pagó por las cosas y salimos de éste lugar para ir a casa.

Vamos a pie, ya que mi padre es el único que sabe usar el auto, además en este momento atiende unos asuntos de la congregación. Al parecer vendrá algo tarde, o eso según dijo mi madre hace rato.

— Sentí que demoraste un poco cuando fuiste por el jabón, Eva — habló mi madre después de no haber cruzado palabra desde que salimos del supermercado.

Quizás aún sigue enojada por lo de hace rato...

En la tarde dije algo que no debía, eso provocó que ella se molestara tanto conmigo y solo me dijera que le diría a mi padre para que él hablara conmigo en cuanto llegara de terminar sus asuntos.

— Cambiaron de posición el jabón — respondí con calma y sinceridad — Me costó un poco encontrarlo — no dije más para no parecer sospechosa, no quería que mi madre se aterrara con la idea de que crucé palabra con un extraño del mundo.

Sería un alboroto para ella y mi padre.

— Ya veo — solo dijo eso en todo el camino a casa la cual no estaba tan lejos, ya que más o menos nos hacíamos unos 20 minutos caminando.

Estoy cansada...

[ . . . ]

9:30 p.m.

Al fin llegamos a casa; mamá busca las llaves en uno de sus bolsillos mientras yo me quedó agarrando el poco mandando que se compró hace rato.

En su espera, levanto lentamente mi mirada para ver hacia el cielo de esta noche.

Está totalmente negro, casi no logro ver las estrellas pero la nieve parece casi ser parte de ellas, ya que con el pasar de las horas y volverse más tarde la nieve aumenta más y más.

Al alzar mi vista siento como los pequeños copos de nieve caen sobre mi rostro y se hacen agua inmediatamente por mi temperatura cálida, por lo que cierro mis ojos lentamente mientras me olvido de todo lo que existe, de todo lo que hay o de lo que sé, todo esto por varios y largos segundos.

Me gusta esta temporada...
Pero a la vez la odio.

Abro mis ojos y me percato de que mi madre abre la puerta, se agacha para recoger una bolsa del mandado y entra sin decirme nada.

Solo me limito a dar un largo y callado suspiro mientras entro a casa con las bolsas en mano y procuro cerrar la puerta detrás mío con el pie al tener las manos ocupadas.

Me encuentro en un pequeño pasillo de paredes blancas, hay tres entradas distintas, la de mí izquierda donde está el comedor, la que está delante mío son las escaleras que guían a los cuartos y baño, finalmente la entrada de mi derecha que es la sala de estar, en esta sala hay una puerta más que es una cocina que está más al fondo.