Bang Bang || [Creepypasta Masky Prequel] | Book 2

➳ 𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 35

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EN LA MADRUGADA...
12 de Junio.
2:04 a.m.

Eva Smith.

No he podido tan siquiera dormir un poco.

Creo que es obvio.
No estoy en un lugar tan cómodo que digamos.

Aunque también estoy alerta de Tim.

No quiero que me sorprenda y trate de hacerme algo si estoy dormida.

Me quedé sentada en el suelo del baño y la verdad es que ya no siento mis glúteos, están tan entumidos de estar sentada, pero si no me muevo no lo siento tanto.

Pienso en salir del baño pero no he escuchado que Tim se haya ido, ni siquiera me ha hablado en todo este rato que he dejado de llorar y gritar.

Aunque es lo mejor, no tengo intención alguna de hablar con él.

Me levanto lentamente del piso y me estiro lo más que puedo sintiendo lo relajante de pararme de estar tanto tiempo sentada.

Abro lentamente la llave del lavamanos y coloco un poco de agua fría en todo mi rostro, ya que tengo los ojos tan hinchados de llorar.

Siento que me quedo una eternidad haciendo la misma acción una y otra vez, en mi mente no lo tenía tan presente pero de verdad no quería salir de éste baño, por alguna razón me siento protegida y a salvo.

Terminé de enjuagarme y me sequé el rostro con una toalla que estaba colgada y la dejé en su lugar después de que terminé de secarme.

Inhalé tanto aire y lo contuve por al menos unos tres segundos en mí y finalmente lo exhalé lentamente mientras me quedé parada mirando la puerta que está en frente mío.

Dudaba de mis acciones y comenzaba a tener tanto miedo en todo mi ser, la verdad es que tenía bastante tiempo que no sentía que mis piernas temblaran de esta forma.

Sin pensarlo más abrí la puerta lentamente, tratando de no hacer el más mínimo ruido para que Tim me escuche y se alerte.

La abrí a tal grado de que pudiera sacar mi cabeza y poder ver si pasillo estaba libre; miré de derecha a izquierda y no vi nada así que solté aire que inconscientemente estaba sosteniendo.

No está...

Abrí la puerta sin importar ya que hiciera un poco de ruido, pero mi vista dió directo hacia el suelo donde pude ver a Tim sentado en el suelo; y yo, inmediatamente tapé mi boca mientras brincaba casi hasta apegarme a la puerta. Mi corazón empezó a latir tan rápido y todo mi cuerpo comenzó a temblar.

Cállate Eva...
Tranquila...

Tragué saliva mientras lo observaba con más detenimiento, él parecía no estar percatado de mi presencia. Duerme tan tranquilo que no parece incomodarle esa posición, ni siquiera está a punto de caerse o flojo del cansancio; se mantiene firme y con sus brazos cruzados, casi podría decir que está fingiendo estar dormido.

Quizá su trabajo o el ambiente en el que creció lo hizo ser así de duro y recto, tanto como para poder acostumbrarse a las cosas más mínimas o más bien apreciarlas, como un tipo soldado.