Bang Bang || [Creepypasta Masky Prequel] | Book 2

➳ 𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 6

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29 de Diciembre.
10:00 p.m.

Eva Smith.

Sigo estando castigada.

No he salido para nada de esta casa, solo estoy limpiando o haciendo de comer mientras mi madre no está.

Realmente me estoy desesperando...

Estar durante 3 días haciendo lo mismo me cansa, aunque sé que no es tanto tiempo como lo están otras personas que duran meses encerradas pero de verdad esta casa es peor de lo que pensaba.

Escuchar todo el tiempo los sermones de mi padre cuando es la hora de la comida o cena es realmente molesto y mareado.

Y siempre recordándome de todo lo que he hecho para merecer tal castigo...

Muy a parte de todo eso, él me pone a leer siento de veces ese maldito libro para jóvenes de mi edad y la biblia.

Aunque memorizarlo no es lo malo...

Ahora mismo estamos cenando, por suerte está todo muy silencioso y tranquilo, nadie habla, solamente se escucha el sonido de las cucharas chocar con el plato al agarrar comida.

Justo cuando estaba a punto de terminar siento como mi padre me mira pero no hago caso alguno.

— Eva — en cuanto me ha hablado lo miro atenta antes de levantarme a para limpiar mi plato — Estoy pensando seriamente en levantar tu castigo...

Eso sonó como una dulce canción para mí.

Por fin podría volver a mi rutina de salir afuera a sentir como mi rostro se congela mientras predico, es una sensación que me llena mi triste alma.

Es en lo único que soy buena...

— Los ancianos me han preguntado por ti — me mira serio mientras hace aún lado su plato vacío — Sería bueno que regresaras a predicar mañana.

— ¿En serio? — pregunto entusiasmada mientras él asiente lentamente.

Miro a mi madre quien solo permanece callada y poco animada con que regrese a predicar.

— Pero... — mencionó él con un tono raro.

¿Pero?
¿Hay un pero?

— Hablaré con ellos para que seas censurada públicamente con todos los de la congregación — sentí un terrible ardor en todo mi cuerpo, el ser censurada implica que nadie te pueda hablar en las reuniones, participar o incluso predicar.

Te tienes que ganar ese derecho con mucho esfuerzo y dedicación, es un acto que es como un castigo y a la vez una lección para que no cometas más el pecado.

— N-No... — susurré asustada mientras pensaba en cómo iba a ser tal aberración — ¿Por qué vas a hacerlo? Yo no he hecho nada malo... — mi garganta se siente pesada y con un gran nudo en esta que me hace sentir más ganas de llorar.