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{Sollozando por el otoño}


“¡Vete! ¡Quiero que te vayas! Tú... estás cruzando la línea conmigo.”

JongHyun empuja la puerta del departamento con cuidado de no hacer ruido. Son las once de la noche, y probablemente Sekyung esté durmiendo.

Tal vez hubiera sido mejor no llegar ahí, pero muy en el fondo sabe que tiene miedo de estar solo. Sobre todo ahora, que se siente mal, triste, y con ganas de tirar todo a la basura.

Los besos con KiBum no solucionaron nada, al contrario, parece que lo han alejado mucho más de él.

Tampoco puede culparlo, si estuviera en su lugar quizá habría actuado de la misma manera, con enojo, confusión y demás.
KiBum se vio tan... asustado de esos besos que JongHyun no tuvo corazón para reprocharle nada. Mucho menos cuando le pidió que se fuera de su departamento.

— Soy un completo idiota.

Sus pasos son inestables, dudosos y flojos. Le hacen ceder a la lucha hasta caer en el sofá del living. Ni siquiera se molesta en aflojarse la corbata, ni en quitarse los zapatos, porque lo único que quiere es dormir.

Lástima, que hacerlo para siempre no es una opción.

— ¿JongHyun?

El castaño levanta la cabeza con la poca fuerza que le queda.
Sekyung lo mira de vuelta, y aunque JongHyun intente reprimir sus lágrimas simplemente no puede.

“Sólo espero que seas feliz, hyung. Taeyeon te ama, y tú a ella. Cuando uno está enamorado... es lindo ¿verdad?”

Ojalá hubiera sido así.

Ojalá.

El dolor no para, incluso cuando el destino ha puesto a KiBum en su camino de nuevo. Aunque lo evite, está dañando su corazón otra vez, y ese jamás había sido el plan en un inicio.

Sekyung lo abraza ahora, le acaricia el cabello en medio de palabras alentadoras. JongHyun tiene una mezcla de emociones ahora porque está demasiado triste por KiBum, y a la vez se siente culpable por hacer que Sekyung cargue con su pasado, cuando él mejor que nadie sabe lo enferma que ella estuvo.

Los doctores dijeron que la enfermedad podría volver si Sekyung vivía bajo mucho estrés. Las células cancerígenas brotarían más fuerte hasta el punto de ser malignas.
JongHyun lo sabe. Por un demonio que lo sabe, pero su egoísmo está destruyendo todo lo bueno que había entre ellos hasta hace unas semanas.

Si tan sólo pudiera dejarte ir, KiBum.

Si tan sólo fuera valiente y pudiera dejarte ser feliz.

Su corazón no puede hacerlo, aún no.

— Estoy haciendo todo mal, Seky - murmura entre sollozos, aferrándose a la única persona que le hace sentir seguro ahora. - ¿Cómo puedo decirle que soy yo, que lo amo y que lo necesito cerca sin arruinar su vida?

— Pensaremos en algo, tranquilo - ella susurra. Quiere ser fuerte para JongHyun.

— No quiero hacerle más daño del que ya le hice, pero... tampoco puedo estar tranquilo a su alrededor. S-soy un desastre, por favor no me sueltes ahora.

Sekyung aprieta el agarre alrededor de su espalda. Las palabras se le quedan atoradas en medio de la garganta porque las cree innecesarias.
Su cariño por JongHyun es fuerte, y lo suficientemente estable como para que nada les haga tambalear.

Todo saldrá bien. Se repite.

Esta noche, todo saldrá realmente bien.

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🍁 𝓣𝓲𝓶𝓮 𝓵𝓪𝓹𝓼𝓮 🍁 JongKey  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora