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{Una última vez}

¡Ding dong!

Son las dos de la mañana cuando el timbre de su departamento suena. KiBum bufa, porque realmente se siente cansado y no tiene ganas de levantarse.

¡Ding dong!

Vuelve a sonar. El gruñido desde la garganta del castaño se escucha hasta el living, pero finalmente sale de la cama con los pies descalzos.

Ni se molesta en colocarse una camiseta, porque tiene la total intención de golpear en la nariz a la persona que está molestándolo.

¡Ding dong!

— Maldita sea - escupe molesto, girando la cerradura de la puerta. - ¿Quién rayos viene a las dos de la...?

El corazón de KiBum se detiene.

JongHyun.

Ese tonto que va a casarse con su jefa.
Ese tonto que se supone no debería querer.
Ese tonto que ahora trae su pijama puesta y un paraguas colgando en una de sus manos.

— ¿Qué haces aquí a ésta hora? - pregunta KiBum. La voz le sale segura aunque por dentro está temblando.

JongHyun entra al departamento en silencio. KiBum tiene que retroceder al ver cómo cierra la puerta y deja el paraguas a un lado.

— ¿P-pasó algo con Sekyung? - cuestiona el menor. Su corazón tembloroso golpea contra su pecho cuando JongHyun se acerca más. - Tengo una reunión a primera hora... no debería estar despierto en este momento y...

— Te amo.

Las piernas de KiBum tiemblan. Aquella vulnerabilidad sube por toda su piel, y el amor que creció en las últimas semanas tintinea ahí donde está su corazón.

Son esas dos simples, pero profundas palabras que hacen a KiBum sentirse ido, también feliz. La forma tan suave en la que JongHyun toma sus mejillas para darle un beso aumenta el sentimiento, porque aunque no sea capaz de decirlo también lo ama.

Sin importar que su relación extraña se haya roto, y sin importar que el futuro los lleve por caminos separados.

Ahora, hoy, en ésta madrugada lluviosa... KiBum sólo quiere cerrar los ojos y volver a ser feliz.

— Una última vez... - es JongHyun quien susurra contra sus labios. Los toques húmedos y necesitados les están llevando a la habitación, - dime que puedo tenerte una última vez.

KiBum enreda los brazos en el cuello de JongHyun. No quiere responder, ni quiere perder el tiempo en palabras innecesarias. La necesidad, el amor, el deseo van a volverlo loco, y ese lapso de tiempo corre a una velocidad imposible de detener.

Una última vez.

JongHyun puede tenerlo aquí, hoy, en aquella cama que sido testigo de todas las veces en que los Te amo quedaron atorados en su garganta, y que el día de hoy no son más que latidos celosos, egoístas, que necesitan tener a éste hombre para él.

Una última vez, en la que su memoria trate de recordar el pasado.

Una última vez, en la que su corazón sea el responsable de los desastres.

Una última vez, porque el mañana tiene un tinte a adiós, y todos sus sentimientos morirán cuando la puerta sea cerrada.

El amor, que revivió sin importar el pasado, pero que morirá por culpa del presente.

— ¡Yo no te pedí que obligaras a JongHyun a casarse conmigo!

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— ¡Yo no te pedí que obligaras a JongHyun a casarse conmigo!

Las lágrimas de Sekyung mojan su almohada. El dolor de tener una fecha de caducidad, mezclado con la frustración de recibir la pena de JongHyun como si fuera un niña empeora todo.

Ella no quiere casarse, en verdad no quiere.

Hacerlo significaría conformarse con la lástima de un hombre que no la ama, y que encima de todo va a vivir deprimido sabiendo que perdió una oportunidad por segunda vez.

Sekyung no es idiota, sabe que JongHyun ha estado todo éste tiempo viendo a KiBum, y también sabe que ambos se terminaron enamorando aún sin tomar en cuenta el pasado.

Sólo basta ver la forma en que se miran, o en que se sonríen para notar el amor. Aunque ellos sean idiotas y lo nieguen... para Sekyung la verdad es una.

— Él prometió que cuidaría de ti - responde el señor Shin con los brazos cruzados y el ceño fruncido. - Mírate ahora, Sekyung. ¿Acaso te parece justo que él vaya a involucrarse con ese muchacho mientras tú estás aquí?

— JongHyun lo ama, papá - gimotea ella, sus dedos se aferran a la sábana fría y húmeda. - KiBum es la persona que él siempre ha amado ¿Qué quieres que haga contra eso? JongHyun nunca me engañó, y que ahora estemos así tampoco es su culpa. ¡Fui yo quien le dijo que buscara a KiBum!

Un bufido se escucha. Sekyung sólo cierra los ojos tratando de calmar su corazón.

— No me importa a quién ame - insiste el señor Shin, sus pasos hacen ruido en la madera del piso hasta cuando sale de la habitación, - JongHyun ya aceptó casarse contigo, y no habrá vuelta atrás.

La puerta es azotada con fuerza. Los sollozos que salen de Sekyung retumban desde su cabeza hasta su pecho, doliéndole y haciéndole sentirse inútil.

Perdóname, JongHyun.

Perdón por empujarte a ésto.

Tiene que existir una manera de cancelar ese matrimonio, porque si hay algo que no quiere es tener un esposo que ama a otra persona.

— T-tengo que hacer algo.

Emocionada por el próximo capítulo *toma su juguito de JongKey*

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Emocionada por el próximo capítulo *toma su juguito de JongKey*

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