One shots. (caché)

11. Falling. (Part - 2)

— vamos Poché, ¿Qué quieres hacer hoy? Hagamos algo divertido, no soporto verte triste — dijo Andy mientras caminabamos por los pasillos de la escuela.

— no tengo ganas de hacer nada bros. No me siento bien, creo que me voy a resfriar —, mentí arrastrando los pies — nos vemos mañana — dejé un pequeño beso un su mejilla y comencé a caminar hacia la salida de la escuela.

Pov Andy.

Me quedé mirando como Poché salía por la puerta de la escuela, me tenía demasiado preocupado, pues desde ese día que según fue al baño y regresó con los ojos llorosos no ha sido la misma de antes.

— oye... — alguien tocó mi hombro con la voz agitada haciéndome voltear.

— ¿Sí? — pregunté confuso.

— necesito de tu ayuda — dijo desesperada. La miré no muy convencido.

— lo siento...

— sí, lo sé, eres el mejor amigo de Poché, pero enserio necesito tu ayuda, sé que le hice mucho daño, pero también me lo hice a mí, y me arrepiento de todo, por favor — dijo con angustia.

Lo dudé un poco. Pero al fin acepté, no quería ver más a Poché en ese estado.

Pov Poché.

Llegué a mi casa con un humor que ni yo misma me soportaba, desde ese día ya nada era igual, tengo unas ganas inmensas de estar con ella, y hacer como si nada de lo que pasó hubiera pasado, pero después recuerdo todo el daño que me hizo y esa idea queda un poco descartada, sólo un poco.

Me recosté es mi cama, tratando de alejarla de mis pensamientos, pero no, era simplemente imposible.

Flashback

Regresaba de unas vacaciones con mis abuelitos, dejé mi mochila en la silla de mi escritorio y me eché en mi cama, con el celular en la manos, le mandé un mensaje a Calle avisando que ya había llegado, el cual había sido respondido de inmediato. Estaba apunto de responder con una sonrisa de oreja a oreja cuando un sonido dentro de mi closet me hizo voltear de inmediato.

Con un poco de taquicardia me levanté de la cama, con los nervios de punta comencé a caminar a paso lento hacia el closet, literal así como en una película de terror. No quería abrir la puerta porque temía a que algo paranormal apareciera en mi closet, pero mi curiosidad era aun más, así que sin pensarlo mucho abrí rápido la puerta del closet, cerrando los ojos por inercia, y como no escuché ningún grito, o algo que me sobresaltara abrí los ojos encontrándome con... NADA.

Ok, creo que sí soy muy dramática.

Suspirando comencé a caminar hacia mi camita, cuando algo sí ya muy fuera de lo normal hizo que detuviera mi paso en seco.

¡WEY! una pelota salió de debajo de mi cama rodando.

Tratando de ser valiente, porque soy rhe marika me acerqué a la cama, me puse en cunclillas, ahora sí con mucha taquicardia, levanté el edredón lentamente.

— ¡AHHHHH...!

— ¡AHHHHH! ¡BABOSA! — grité muy exaltada cayendo al piso.

Literal, mi corazón estaba que se salía de mi pequeño cuerpesito.

Se comenzó a reír, dando fuertes carcajadas, mientras yo intentaba recuperar mi respiración.

— ¡JAJAJAJAJA! amor... amor... ayúdame a salir de aquí — decía mientras seguía riéndose.