One shots. (caché)

43. Entre canciones. (Part - 2)

— oye, Daniela en realidad se está comportando de manera extraña — fruncí las cejas y levanté la vista de mi cuaderno para mirar a Mads.

— en eso estoy de acuerdo — me encogí de hombros restándole importancia.

Pero lo cierto es que la chica ruda e intimidante de ojos fríos me intrigaba más de lo que me gustaría, en especial su extraño comportamiento de ayer, primero amable, con las comisuras de sus labios ligeramente levantadas, y después fría, sacando el humo de los mismo labios rosados y brillosos. Podría decir que esa bella chica castaña tenía demasiada de mi atención, más de la que me gustaría.

— ayer me mostró una canción y después se fue con un comportamiento grosero — agregué mordiendo mi bolígrafo.

— pues bueno, ahora no te deja de mirar — dijo Mads frunciendo las cejas y mirando a un lugar en específico, seguí su mirada hasta encontrarme a la chica que rondaba en mis pensamientos.

Hoy llevaba unos shorts dejándome ver sus piernas bien tonificadas... También llevaba puesta una camiseta de color negro desgastado de Queen y una camisa de cuadros abierta arriba de esta. Con algo tan sencillo ella se podía ver realmente espectacular.

Y sí, efectivamente ella me estaba mirando desde su asiento, con un codo recargado sobre su mesa... Pero parecía una mirada perdida porque ni se inmutó cuando mis ojos encontraron los suyos. Siguió mirándome directamente a los ojos, como si estuviese pensando en algo. Después de unos segundos en los que yo estaba segura de que ella no me estaba mirando a mí, sólo tenía la mirada perdida la cual se topó en mí, ella sonrió, o al menos parecía hacerlo, pero eso no fue lo peor, literalmente ella me había estado observando cómo yo la miraba con cara de idiota.

Así es; Daniela Calle de nuevo con sus estados emocionales en fase bipolar... No sé siquiera qué es eso, me lo acabo de inventar, pero es que no la puedo describir de otra forma.

En este momento ella me está mirando con la comisura de sus labios ligeramente levantados, pareciera que de verdad está sonriendo un poco, pero como lo sospeché, inmediatamente su rostro se deformó poniendo de nuevo su máscara de frialdad. 

Era eso, ella usualmente llevaba una máscara que ocultaba sus sentimientos... Ella tenía miedo de ser lastimada más de lo que ya estaba, pero... ¿Qué es eso que tanto le hace daño para fabricar una máscara?

Creo que ahora tengo una nueva tarea, descubrir a la Daniela detrás de la máscara de chica ruda.

— ¿Podrían dejar de mirarse? esto se está haciendo incómodo. — alejé mi vista de Daniela para mirar a Mads con cara confundida — ¿Qué? no soy la única que lo ha notado — fruncí más las cejas tratando de encontrar una explicación y mirando a mi alrededor. Mads estaba exagerando, nadie había notado eso, así que le di una mirada de reproche. — bien Majo, te estaré vigilando y sacando conclusiones...

— Mads, ¿De qué demonios hablas? — regresé por un segundo mi mirada a Daniela, pero lamentablemente ella ya no me estaba mirando — ¿Conclusiones? — miré de nuevo a Mads.

— Majo, ¿eres consciente de que antes de que llegaras a esta escuela Daniela ni siquiera mantenía contacto visual con alguien? Ah, pero llegas tú y ¡Pum! ahora te mira a ti y a mí y a quién sabe quién más.

— Bueno, eso puede tener una buena explicación, quizá tiene Autismo — Mads me dio una mirada de pocos amigos.

— ¿Qué? ¿No sabes que los Autistas nunca mantienen contacto visual con otras personas? — me excusé.

— eres imposible — volteó los ojos — y estúpida — la miré indignada, apunto de defenderme, pero antes de que lo pudiera hacer el profesor entró a la clase.