One shots. (caché)

38. Multiverso. (Part - 4)

Me concentré en el objeto que estaba en la mesa donde Daniela trabajaba juiciosa en su portátil, tenía el ceño fruncido y tecleaba constantemente, super concentrada mi novia ehh. En fin, estaba en que ponía toda mi atención en el  estuche de lentes que estaba cerca del portátil tratando de moverlo. No es que estuviera intentando algo que no estaba a mi alcance, todo lo contrario, podía mover objetos con la mente. En realidad sólo lo hice una vez y fue cuando me encontraba en una de las cuantas discusiones que había tenido con Wanda, una sola semana y nos odiábamos a muerte.

Flashback.

— quítate, lo hago yo — habló pesadamente quitándome la lata de piña que tenía entre las manos, ese simple gesto me hizo enojar demasiado, sin embargo, no dije nada, no quería armar una pelea — inútil — susurró haciéndome enrabiar más.

Desde que Van se había ido, Wanda trataba mal a todo ser que se atravesara en su camino y se desquitaba más conmigo. Abrí la boca para protestar, pero el contacto de unas manos sobre mi cintura me hicieron callar de inmediato y aún más cuando sentí su nariz y boca sobre mi cuello, ahogué un gemido

Wanda nos miró por unos segundos con el ceño fruncido, dejó la lata de piña en la encimera, se recargó sobre una pierna y se cruzó de brazos. No le tomé mucha importancia ya que Daniela había comenzado a besar mi cuello haciendo que la sensible piel de este se erizara. Me devolví para tenerla frente a frente, tomé sus mejillas y no tardé en cerrar la brecha entre nuestros labios.

Todo iba perfecto, sentir sus labios ya se había vuelto una adicción para mí y sinceramente lo haría todo el tiempo sin parar. Seguí besando sus labios hasta que un liquido frio y pegajoso comenzó a correr por mi cabeza llegando hasta mi espalda haciéndome estremecer. Me separé de Daniela y volteé para mirar a Maximoff en la misma posición, con la diferencia de que un resplandor rojo flotaba sobre el aire muy cerca de mi. Le di una mirada rápida a la lata de piña para darme cuenta de que estaba totalmente vacía. Segundos después sentí como los trozos de piña también resbalan por mi cabeza.

— Maldita bruja — musité — ¿¡Cuál es tu maldito problema?! — grité exasperada.

— ¿Mi problema? — soltó una carcajada — mi problema eres tú — confirmó tornándose seria.

— ¿¡Y yo qué demonios te hice?!

— ¡Por tu culpa Burke se fue! ¿No es suficiente?

— ¿Perdón? ¿Mi culpa? ¡Yo no fui la loca que la aventó con sus poderes, ¡Maldita maníaca! — dije bastante furiosa.

— ¡Yo no fingí una relación para ponerlas celosas! — gritó también enojada.

Eso que había dicho no tenía sentido, para nada, y ese simple hecho me hizo poner más furiosa de lo que estaba, podía sentir las orejas y el rostro calientes.

— básicamente sí — habló la suave voz de Daniela atrás de mi, no había dicho nada.

— ¡Cállate! — la silenció Wanda, ella sabía que teníamos razón y eso le molestó aún más haciendo que esta vez nos lanzara a ambas un licuado de fresa empapándonos por completo.

Esa fue la gota que derramó el vaso. Apreté los puños con toda mi fuerza y deseé que el recipiente con agua que estaba a un lado de Wanda saliera volando hacia ella y la mojara, y sorprendentemente pasó, la empapó por completo, pero eso no fue todo, también le lancé una bolsa de harina que estaba cerca de ella.

Fin del Flashback. 

Y sí, esos habían sido los dos únicos objetos que había podido mover con la mente y lo había intentado en diferentes ocasiones, pero simplemente no podía, al parecer necesitaba enojarme demasiado para mover objetos y ese simple hecho me frustraba un poco.