One shots. (caché)

39. Malas Amistades.

Suspiré por enésima vez en el transcurso del camino y miré por la ventana, Time de "Pink Floyd" se reproducía en un volumen un poco bajo, su canción favorita que estoy segura ya no será tanto su favorita de ahora en adelante debido a la situación en que nos encontramos.

Intenté explicarle, justificarme. Lo que había pasado no significaba nada y no quería que por esto lo nuestro saliera más perjudicado. Lo sé, lo nuestro tiene una gran grieta en estos momentos, pero estoy segura de que si lo intentamos podremos salir adelante.

La miré de nuevo, abriendo la boca para intentar hablar, pero ella lo impidió subiendo el volumen del estéreo del automóvil, suspiré frustrada así que sólo me dediqué a observarla, desde mi perspectiva su perfil era bastante hermoso, de hecho es lo que me encanta de ella y lo que me hizo enamorarme profundamente de ella.

Flashback.

Miré la hora en mi celular, faltaban 10 minutos para la junta, estaba segura de que llegaría tarde, sin embargo, no me rendí y corrí por el césped intentando llegar lo más rápido posible al edificio donde daría mi junta. Lo iba a lograr, estaba apunto de llegar puntual hasta que un cuerpo chocó conmigo y nos hizo caer a ambas al piso, sentí un leve dolor en el pecho y me senté tratando de recuperar la respiración.

— oh, lo siento mucho — habló una voz suave. Levanté la mirada apunto de encarar a la persona que me hizo caer y probablemente llegar tarde a mi conferencia — te ayudo — extendió su mano.

De ahí ya se imaginan lo que pasa, un poco cliché. En las películas siempre uno se queda con la persona que los choca en el aula y tira sus cosas. Pero creo que ese no es mi caso.

La persona que me había chocado era una chica, seguramente una estudiante, cabello castaño, ojos café oscuro y... Un peinado bastante raro.

— ¡Majoooooo! — la voz de un niño me hizo quitar la mirada de la mano de la chica y posarla en el niño que había gritado. Una escena bastante conmovedora; El niño se levantó de las gradas y corrió hasta el otro extremo de estas donde una mujer de chaqueta negra, pantalones negros, tenis blancos, el pelo recogido con algunos mechones sobre su cara esperaba con lo brazos abiertos.

— ¡Enano! — contestó la chica levantado al niño cuando este llegó a sus brazos creando un abrazo, esa simple escena me hizo sentir una sensación bastante extraña y fascinante en mi estomago. La chica bajó al niño y se pasó un mechón de pelo detrás de la oreja dejándome ver mejor su perfil.

¡Dios! ¡El maldito perfil!

— oye, ¿Estás bien? — la voz de la chica con la que había chocado me sacó de mis pensamientos. Demonios, la conferencia.

Sin decir nada más me levanté del césped, recogí mis cosas y me eché a correr.

Fin del flashback.

El movimiento brusco del coche en una curva me hizo salir de mi pensamientos, mi mirada seguía en ella y su ceño fruncido me confirmaba que estaba bastante enojada. Minutos después de tortura en silencio estacionó el coche en el puente que daba al lago, justo a unas cuantas cuadras de mi casa. Todo de nuevo fue silencio, ella dio un gran suspiro y sacó algo de la guantera lo cual no pude ver que era porque lo guardo inmediatamente en la bolsa de su chaqueta.

Me miró a los ojos por unos microsegundos antes de cambiar la canción en el estero y salir del coche azotando la puerta, dejándome sola escuchando la llamativa melodía de la canción que había escogido.

Tus malas amistades, yo te dije de sus malas cualidades.
No ves que todos quieren, de tus bondades.
Tus malas amistades, yo te dije que no eran tan especiales.