Capítulo 24.

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Olvídate de los problemas y solo disfruta.

Mees

Las cosas seguían tensas en la casa por lo sucedido la noche anterior con Robin y el ruso. Papá no paraba de dar vueltas y pensar en qué maldito momento los chinos se habían vuelto en nuestra contra y se habían aliado con quien sabe quien para acabar con nosotros.

No había visto a Robin mucho menos a Mikhail ya que Rykel seguía molesto con él más que nada por meterse con su hija. Quizá lo entendía un poco pero a final ellos ya sabían lo que hacían y lo que no, Ro no era una niña y estaba más que claro que quería al ruso y él a ella, Rykel lo tendría que aceptar tarde o temprano.

—No sigas dando vueltas que me da dolor de cabeza —gruñó Hein al ver a papá yendo de un extremo de la sala al otro.

Rykel se mantenía sereno en su lugar, su brazo seguía vendado pero ya estaba mucho mejor.

—Cierra la boca —espetó papá.

—Obligame —lo retó Hein.

—No empiecen —musitó Rykel.

—Parecen niños —me dijo Alen al oído.

—Creo que nunca dejaron de serlo —añadió Haden, a lo que le dimos la razón porque en gran parte era cierto.

Mi padre había llamado a Drazen para avisarle lo que había pasado con los chinos, aunque me imagino que siendo el jefe de la policía ya lo sabía pero era poco lo que podía hacer, la tríada era conocida por sus métodos para deshacerse de las personas, la crueldad en sus ejecuciones y lo sádico que podían llegar a ser.

—Yo no sé porqué tarda tanto —Hein miró su reloj y bufó.

Se volvió a cruzar de brazos, serio, más que serio un poco molesto diría yo.

No pasaron muchos minutos cuando Ruud apareció en la sala y detrás de él lo hizo Drazen, con una carpeta en la mano. Se detuvo al vernos a todos aquí, mirándolo, observando y detallando cada uno de sus movimientos, pero no se inmutó, solo pasó saliva y se encaminó hacia enmedio de la sala para dejar al carpeta.

—Drazen Kappel —habló Rykel, recibiendo una mirada fría por parte del policía.

—Rykel De Vaux —dijo en el mismo tono que usó Rykel para dirigirse a él —. Supongo que el motivo de su llamada son los hechos de anoche, ¿no? —miró a los tres hermanos.

—Supones bien, Drazen —ironiza papá.

—¿No les da miedo que haya un puto policía en esta casa? —inquirió Haden —. ¿O soy solo yo quien se está cagando de miedo.

—Eres solo tú —expresamos Alen y yo.

—Bien —suspiró.

—Ustedes no saben lo que me costó negar todo lo que se dijo de ustedes en las noticias, tener que inventar una loca historia para proteger sus traseros.

—Eso es lo que debes hacer, Drazen —le dijo mi padre con sorna. Drazen negó con la cabeza y se rio de manera irónica.

—No, lo que yo tengo que hacer es detenerlos ahora mismo para que esto no siga ocurriendo. Tengo más problemas que resolver que saber quien es la persona que los quiere ver muertos. Si esto está pasando es porque ustedes lo han provocado.

—¿Cómo te atreves a hablarnos así? —escupió Hein, molesto —. Nosotros hemos mantenido las calles limpias desde que mi padre se hizo cargo de esto y ahora lo hacemos nosotros, eres un idiota si crees que vas a poder tú solo con esto —espetó.

Atracción Fatal II (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora