El dolor es permanente.
Dev
Todos llegaron puntual a la casa, para hacer la pijamada, incluso Haden junto a Lieve, creí que era una broma cuando él dijo que quería venir pero al verlo aquí supe que lo decía enserio.
Subimos a mi habitación y preparamos todo lo que íbamos a necesitar. Ro trajo unas mascarillas y también algunos esmaltes para las uñas. Yo odiaba eso pero esta noche haría una excepción. Le pusimos una mascarilla a Haden que estaba encantado con todo lo que le hacíamos. Elián solo miraba desde una esquina sabiendo que él era el siguiente para quitarle la mascarilla pero ponerle algo más de dudosa procedencia.
—Esto se siente bien —Haden sacó su móvil y tomó una foto que mandó al grupo donde estábamos todos incluidos.
—Después será el turno de Elián para pintarle las uñas.
Ro señaló a Elián y este negó con la cabeza de manera divertida. Nos reímos y seguimos en lo que estábamos. Ahora ponemos esmalte a las uñas de Haden.
Elise y Marie miraban una película mientras que Lieve peinaba el cabello de Haden, haciéndole dos coletas, su cabello era tan largo que no tuvo problema alguno.
—¿Y tú que le dijiste?
Ro nos estaba platicando que Mikhail le dijo por fin que la amaba. Sus ojos se iluminaron tan solo al decirlo así que me podía imaginar lo que sintió cuando se lo dijo.
—Pues que también lo amo, y mucho —Lieve chilló.
—¿En serio o solo lo dices porque sí? —inquirió Hennie. Ella limaba las uñas de su hermano de una mano.
—¿Y cómo sabes que es amor y no otra cosa? —preguntó Haden. Ro le dio un manotazo en la parte trasera de la cabeza.
—¿Qué más puede ser sino es amor, tonto? —masculló.
—¿Pero cómo sabes que es amor? —insistía Haden.
—Solo lo sientes y ya, Haden, cada que miras a esa persona, como tu estómago se retuerce como si tuvieras miles de estúpidas mariposas dentro. Es una bonita sensación que te hace volar y caer al mismo tiempo —suspiró Robin.
Hennie, Lieve, Marie y Elise también suspiraron.
—Ahora regreso.
Ro dejó las cosas a un lado y salió de la habitación.
Ya era casi medianoche y nosotras teníamos muchas cosas que hacer.
—¿Y tú qué sientes por Mannes? —le preguntó Elise a Hennie.
—Lo quiero, es un gran chico y me trata bien.
—Y eso es lo que más importa ¡Elián ven aquí! —le gritó Marie a Elián que estaba sentado en la cama —. Es tu turno.
Negué con la cabeza y sentí una gran opresión en el pecho, como si una gran piedra estuviera encima de mí y me impidiera poder respirar bien. Me quejé llevándome una mano al pecho y apreté los ojos.
—¿Estás bien? —Hennie me miraba con preocupación.
—No, es que...—de nuevo sentí una punzada, fue más fuerte que la anterior, tuve que dejar las cosas a un lado y sentarme al lado de Haden que me miraba con preocupación también —. Me duele —respiraba con calma, era solo pasajero pero ya me había pasado un par de veces y en ese momento no dejaba de pensar en Mees.
—Voy por un vaso con agua —Hennie se acercó y Elise salió de la habitación. Elián se puso a mi lado de rodillas cogiendo mis manos.
—¿Quieres que le digamos a tus padres? —negué con la cabeza.
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Atracción Fatal II (COMPLETO)
Roman d'amourAntes El deseo de lo prohibido. (Libro II) Dicen que el deseo llama. Que aquello que te es prohibido es lo que más deseas, lo que ansías con mucho más ímpetu. Dicen que lo prohibido es lo más tentador. Dicen que cuando algo es de tu agrado y no lo...