Capítulo 20.

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Las cosas más lindas también se pudren.

Robin

Salimos de la casa de Iván Záitsev, no sin antes recibir algunas palabras para su hijo, diciéndole que cualquier cosa que necesitara no dudara en llamarle. Fue emotivo el momento en que padre e hijo se despidieron y se dijeron cuanto se querían.

Nunca había visto que padre e hijo se quisieran tanto, pero era entendible, se tenían en uno al otro nada más.

-Que amable fue tu padre en prestarnos su jet -miraba a todos lados.

Sin duda alguna era muy lujoso.

-Le pudiste pedir que fueran por nosotros a Ámsterdam -volteé a verlo.

-¿No te gusta viajar en aviones comerciales? -levantó una ceja.

-Me hubiera gustado más viajar solo contigo. Ya sabes -le hice un guiño y apreté su pierna con mi mano.

-Eres una descarada -se acercó para dejar un beso casto sobre mis labios -. Y eso me gusta.

Cogió mi barbilla y me atrajo a él, rozando nuestros labios, mirándome a los ojos. Esos profundos ojos de color azul. Este hombre me ponía muy mal, desde sus besos hasta la manera en la que me trataba, no como los demás hombres con los que estuve, que me trataban como una débil princesa que necesitaba ser rescatada, no, Khail me trataba como la puta ama y eso es lo que más me gustaba de él. Ante sus ojos no era débil, era fuerte, poderosa, letal, el arma perfecta para matar.

-Siempre me dices que te gusto.

-Porque es cierto.

-¿Cuando me dirás que me quieres?

-Te quiero -no dudó en decirlo.

-Pero quiero que me lo digas sin que yo te lo pida, Khail.

-¿Qué?

-Ya dije -me crucé de brazos.

-Ro.

-Nada.

Soltó mi barbilla y frunció el ceño.

-¿En serio te vas a poner así?

-¡Claro que no, tonto! -me subí a horcajadas encima de él, con mis piernas a cada lado de sus muslos.

Mis brazos subieron a su cuello y sus manos se quedaron en mi cintura.

-Yo no soy una niña tonta que no sabe lo que quiere, Khail, tampoco soy celosa porque sé lo que valgo. Pero contigo...Todo es nuevo y aterrador. Siento cosas que no había sentido jamás, aquí -cogí su mano y la puse a la altura de mi corazón -. Aquí, Khail.

-¿Me quieres?

-¿Crees que es muy pronto para que te diga que sí?

-No, no lo creo. Yo también siento cosas por ti y sé que las cosas entre nosotros no se dieron de la mejor manera pero esto es arrasador, Ro, me quema por dentro.

Sonreí ante sus palabras.

Podía ser tan romántico cuando se lo proponía.

-No sabes como me arrepiento por no hablar con Mila antes y que las cosas entre nosotros surgieran así, me arrepiento por no hablar con ella antes.

-No te sientas culpable, Khail, quizá cuando las cosas se calmen puedas hablar con ella y aclarar todo.

-No sé -subió su mano a mi mejilla para apartar algunos mechones y dejar libre mi rostro.

Atracción Fatal II (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora