Patricia llegaba a su casa, con un humor de perro, entro en su casa, susurrando cosas que apenas se escuchaban.
- Candela: ¡hola! - dijo pero Patricia ni siquiera la escucho- Paty ¿estas bien?
- Patricia: que quieres... - respondio
- Candela: uuuy que genio, de verdad como dice tu primo a este paso vas a envejecer rápido.
- Patricia: mira no estoy para tus comentarios fuera de lugar. ¿A que debo tu visita?
- Candela: pues eres mi amiga, vine a visitarte. Ven hablemos estas muy alterada - Patricia accedio a ir con ella a la terraza- ¿vienes de la calle?
- Patricia: si, y me encontre con la pareja del momento - Candela entendio del porque de su enojo- no sabes el coraje que me da ver los juntos. Talvez ella me quito, la felicidad en dos ocaciones, pero no más.
- Candela: Patricia tú y yo sabemos muy bien que ella no te ha quitado nada, más bien es que ninguno quizo algo contigo.
- Patricia: de que lado estas Candelita.
- Candela: de la verdad, ya no te tortures con eso, olvida todo e inicia de cero, no se conoce a otras personas, deja esa obseción con Samuel aún lado y busca tu felicidad.
- ****: señorita Patricia, aquí les traigo una limonada. - ellas asitio, mientras la empleada se retiraba.
- Patricia: Samuel ya no me interesa, lo único que quiero es separlos para que Andrea no sea feliz. - Candela nego rodando los ojos- ella y yo no podemos respirar el mismo aire, de mi cuenta corre eso, ya lo veras.
- Candela: que cosas dices- dijo un tanto asustada-
- Patricia: paciencia Cadelita, paciencia, tarde o temprano lo sabras - dijo mientras se tomaba la limonada.
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Samuel y Andrea regresaban, ya que se les hacia un poco tarde, tenían que arreglarse para ir al hipodromo.
- Andrea: Sabes, yo creo que de alguna manera ella piensa que yo le he quitado a su amor.
- Samuel: de que hablas, si me dijiste que al tal ¿Miguel? - Andrea Asistio- no lo viste más y pues el otro nunca le hiciste caso.
- Andrea: ya, pero yo me refiero a tí - Samuel la miro, justo cuando aparcaba el coche fuera del rancho de Andrea- ¡que! No me digas que no te has dado cuenta que le gustas.- Samuel sonrio negando-
- Samuel: pues estará enamorada sola, por que yo estoy enamorado de tí - Andrea sonrio y le dio un beso- bueno, voy a casa a cambiarme, vengo por tí para ir al hipodromo.
- Andrea: ¡ok! Te espero - se acercaron nuevamente y ambos impactaros sus labios.
- Samuel: me encanta el sabor de tus labios - dijo despues del beso, Andrea sonrio-
- Andrea: ya mejor vete o se nos hará tarde, tenemos que ir para apoyar a tu padre. - sin más Andrea bajo y Samuel se marchó.
Luego de unas horas, muchos socios y dueños de ranchos, buscaban los mejores puesto en el hipodromo, los ginetes que correrian en dicha apuesta se preparaban. Samuel y Andrea buscaban con la mirada a José Antonio para sentarse junto a él, aquel se encontraba hablando con algunos conocidos, que encuanto supieron de uno de sus ejemplares estaría compitiendo no dudaron en ir y apostar.
- Samuel: uuf... esta llenísimo, así ¿es siempre?
- Andrea: sí... aún que seguro es por que tu papá metio un ejemplar de él.
- Samuel: entiendo, no sabia que mi padre es tan conocido aquí, por lo que veo.
- Andrea: pues claro, tu padre en unos de los rancheros mas prestigioso del pueblo, es de los pocos que a mantenido en una buena posicion su rancho y es socio del hipódromo.
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La Dueña
RomanceAndrea y Samuel se reencuentran despues de muchos años. Se enamoraran a pesar de tener pensamientos opuestos. La maldad, una obseción enfermisa, intrigas, serán parte de esta historia pero una tragedia los distanciara.