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|Este es mi final|

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Volver a sentirme vacío no era la mejor sensación del mundo. Apesar de que salía con los chicos algunas veces y pasábamos un buen rato, no podía evitar el sentimiento de soledad. Estaba incompleto.

Mis días se volvieron monótonos, del trabajo a la casa, de la casa al trabajo, hasta que por fin, durante la primera semana de octubre recibí un importante correo. Me habían aceptado en la universidad de Miami; no podía creerlo, lo había conseguido, estaba tan emocionado que quise compartir la noticia con ella, estuve a punto de llamarla, y entonces recordé que ya no hablábamos.

Aleje la tristeza de mi ser y sonreí, aunque no tuviese con quien celebrar. No le diría nada Violeta, probablemente no iba a importarle, así que preferí no molestarla.

Parecía que de nuevo las cosas marchaban bien, pero el que marcharan bien para mí no significaba que sucedía lo mismo en otros. Recibí un mensaje de Zoe por la tarde, invitandome a ir al cine con ella, Vincent —con quien ya hablaba sin tartamudear—, Nick y su nueva novia. Habría aceptado de no ser porque recibí una llamada casi al mismo tiempo, era de un número desconocido.

—¿Hola?

Podía escuchar la respiración agitada de quien fuese que estaba al otro lado.

—Tenías razón —habló por fin.

—¿Chris? —pregunte dudoso— ¿De qué hablas, qué está sucediendo?

—Tenías razón Asher, pero no quise escucharte. Creí que tenía todo bajo control, pero no fue así, me confié demasiado —hablaba rápidamente y algunas palabras se atropellaban.

—Christopher debes calmarte, no estoy entendiendote nada.

—¡Me tendieron una trampa carajo! Si había más infiltrados, descubrieron quién soy en realidad y me han entregado a la policía —no fui capaz de formular una palabra—. Debí hacerte caso, lo sé, pero ya es tarde para arrepentirme.

—¿Qué harás? —balbuceé aún conmocionado.

—No voy a ir a la cárcel, tengo un plan —guardo silencio durante unos segundos, sabía que seguía allí pues podía escuchar como movía algo—. Escucha, tú has sido la única persona leal en toda esta mierda Asher, quiero pedirte un último favor, y no puedes negarte.

Suspire al tiempo que pasaba una mano por mi cabello.

—¿Qué quieres?

—Ve a la cafetería en la solíamos encontrarnos, allí te entregarán un pequeño regalo por tu lealtad, quiero que lo aceptes Asher, es tuyo.

—Zeus que...

—Este es mi final —interrumpió con una carcajada seca—, es el final de Zeus.

Chris era impulsivo y extremista por naturaleza, no pude evitar pensar lo peor en un momento como ese.

—Por favor dime que no cometerás una locura...

—No iré a la cárcel Asher, tampoco dejaré que me maten. Prefiero hacerlo yo mismo... cuídate niño —finalizó.

No supe como sentirme después de eso, ¿sabes? Aún seguía en shock, todo sucedió tan rápido. Y es que aunque no fuésemos amigos Christopher no era una mala persona, el confío en mi, y yo confié en el.


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—Asher, ven un momento.

Me levanté de la cama con pesadez y fui a la sala donde Violeta se encontraba, ella veía las noticias.

Asher y DashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora