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Capítulo 19




D A S H

Estaciono el auto junto a la acera justo a la hora acordada, segundos después Asher ocupa el asiento del copiloto. Noto como me recorre con la mirada, tal vez preguntándose porqué mi cambio de look tan repentino.

De nuevo he tenido una recaída, es algo que simplemente no puedo controlar y aunque quisiera hablarlo con él, explicarle la verdadera razón de mi ausencia sin necesidad de recurrir a otra mentira, temo que si lo hago ya no me verá de la misma forma.

Y lo menos que deseo es que sus ojos me miren con lástima.

Observo su rostro, delgado y cincelado, algunos lunares lo adornan. Su mandíbula está levemente marcada, el cabello azabache le cae sobre la frente con algunas finas ondulaciones en la parte de arriba, labios finos, nariz recta... y por último sus ojos castaños, aquellos ojos que me infunden tranquilidad... aquellos que en algún momento me juzgaran al descubrir la verdad.

No es mi culpa ser así...

Sonrio sin dejar de mirarlo. Sé que lo que hago está mal, pero no me arrepiento, esta soy yo... y no pienso cambiar.

—¿Qué? —cuestiona.

—Te extrañé imbécil.

Una mentira más, aunque no del todo, había extrañado su atención, la atención que pone en mi.

Sin darle tiempo a responder lo abrazo, resulta algo incómodo debido al reducido espacio del auto. Asher tarda unos segundos en corresponderme, pero finalmente lo hace.

Eso es mi querido traga nubes, solo déjate llevar

—También te extrañé —murmura antes de separarnos.

—Bien, hora de irnos —aclaro mi garganta rompiendo nuestra especie de momento íntimo.

Detesto la cercanía de las personas, siento que tener a alguien tan cerca me hará ver vulnerable, y, aunque la suya extrañamente no me moleste tanto, no excedere mis límites.

Ninguno vuelve a hablar. Asher mira por la ventana, luciendo pensativo. Ante el horrible silencio decido encender la radio, para mi mala suerte let me down slowly resuena en los parlantes.

Maldita canción

Su letra me recuerda nuestra extraña relación, somos amigos, o al menos eso es lo que Asher cree. La verdad es que no me importa, yo solo quiero mantenerlo cerca... hasta que ya no lo necesite.

Apreto con fuerza el volante, ansiosa.

—Dash —llama cuando por fin la canción termina—, si piensas dejarme en algún momento... decepcioname lentamente, ¿quieres?

Mierda

Detengo el auto de forma abrupta, mi cabeza se sacude un poco desordenando algunos mechones de cabello.

—¡¿Que mierda rubia?! ¿Estas bien? —examina mi rostro aturdido pero yo solo lo ignoro.

—Llegamos —anuncio bajando rápidamente.

¿Qué ha sido eso Dash?

Acabas de perder el control, ¡no puedes permitirte perder el control frente a él!

Asher y DashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora