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|Odio sin motivo|

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Es difícil rememorar estos recuerdos, pero la historia no estaría completa sin ellos, ¿no es así? Aún hay cosas que tienes que saber, cosas que debo decir para poder terminar de sanar mis heridas.

Gracias... por seguir aquí, a pesar de que debes tener muchas dudas. Así que, continuemos:

Cuando desperté luego de unas largas horas deleitandome con los besos de la rubia —porque aclaro que no hicimos nada más... al menos no esa noche—, me dediqué a observarla, se veía tan hermosa, tan tranquila y apacible, que no pude resistirme a acariciar su rostro. No terminaba de creerlo, sentía que estaba en un sueño... ella... yo... y entonces volví a cuestionarme si aquello estaba bien.

«¿Que pasara ahora? ¿qué se supone que somos, amigos que sienten atracción por el otro? ¿Y si solo fue un desliz y finge que nada pasó?» Esas fueron solo algunas de mis preguntas sin respuestas, pero, ¡vamos! Esto era nuevo para mí, y como cualquier otro, le temía a lo desconocido.

—¿Me estás mirando mientras duermo? —su ronca y suave voz me distrajo de la masa de pensamientos que comenzaba a formarse en mi cabeza.

—Eh... ¿tal vez?

Dash abrió sus párpados lentamente revelando aquellos hermosos ojos que tanto me gustaban.

—Buen día —musito sonriente.

Quise besarla pero me contuve.

—Tenemos que hablar.

Ella bufó sentándose sobre la cama, yo hice lo mismo. A pesar de que acababa de levantarse y su cabello era un desastre en conjunto con su aspecto soñoliento, mis ganas de unir nuestros labios de nuevo iban en aumento.

¿Lo ves? Eso era a lo que tanto temía. Nunca quise descifrar lo que sentía por la rubia pues sabía que era peligroso, desde el principio lo supe, porque con ella todo era diferente, y me gustaba y aterraba al mismo tiempo experimentar todas esas nuevas sensaciones. Si ella no hubiese dado el primer paso yo jamás lo habría hecho, prefería guardar bajo llave lo que sentía y conformarme con su amistad, así todo se mantendría en orden, nada se arruinaría. Pero no. Dash tenía que joderlo todo.

—¿De qué? —cuestiono bostezando.

—De esto —nos señalé a ambos—, ¿Qué está pasando? Hasta hace unos días éramos buenos amigos.

Para mi sorpresa sujeto mis mejillas y dejo un corto beso en mis labios.

—No, tú pensabas eso, yo solo intentaba encontrar la manera de confesarte lo que sentía.

—Pero... ¿cómo?... ¿desde cuándo?

—¡No lo sé! —oh, sí que lo sabía— Simplemente pasó... ¿y para que quieres saberlo? Lo importante es que ambos sentimos lo mismo, ¿no?

Suspire pesadamente apartando el cabello que caía sobre mi frente.

—Dash, no quiero que las cosas cambien entre nosotros...

—¿Te arrepientes de lo de anoche? —su mirada bicolor reflejó cierta desilusión.

—¡No! No me arrepiento, es solo qué todo esta sucediendo tan rápido —farfullé—... aún me cuesta creerlo.

Sus manos buscaron las mías.

—Asher tienes que dejarte llevar, no te resistas a esto que estamos sintiendo, porque ahora que sabes acerca de mis sentimientos te juro que no voy a parar hasta que seas solo mío.

—Qué posesiva eres pequeña troll —me burlé.

—Mejor bajemos a desayunar, mis padres ya deben de haberse ido.

Asentí siguiendola, mientras bajabamos las escaleras no pude evitar sentir un escalofrío, supuse que se debía a mis pies descalzos. Tan solo me había quitado los zapatos para dormir, no quería volver todo más extraño durmiendo en ropa interior.

—Quiero que nos lleven el desayuno al jardín —ordenó a una de las empleadas que limpiaba el pasillo.

La mujer asintió y se fue en dirección a la cocina.

—¿Nos?

Una nueva voz, altiva y demandante resonó en toda la sala. Dash tensó sus hombros al tiempo que yo murmuraba internamente un «¡Mierda!»

—Mamá, ¿qué haces aquí? —indagó con fingida tranquilidad.

La madre de Dash tenía el cabello castaño claro, al igual que sus ojos, su porte era imponente y elegante al mismo tiempo, aunque no pasaba desapercibida su actitud de superioridad.

—Mi vuelo a sido pospuesto hasta dentro de unas horas, pero dime, ¿quién es el chico?

—Él es...

—Asher Phillips, amigo de su hija —respondí, ganándome una mirada cargada de desdén.

Paso de mí y volvió su atención a la rubia.

—¿En serio Dash? —pregunto con molestia.

Me sentí incómodo y fuera de lugar en aquella conversación. Justo lo que quería evitar a toda costa.

—No empieces Catherine, no en este momento —gruñó.

—Lo mejor será que me vaya, no quiero  estorbar.

—Sí, mejor vete —espeto la ahora conocida como Catherine.

Estuve dispuesto a irme, solo llevaba unos minutos allí y ya sentía el odio sin motivo de esa señora; pero Dash me detuvo, ella amaba llevarle la contraria a todo aquel que se entrometiera en su camino.

—¡No, no vas a irte! Vas a comer conmigo y nadie lo va a impedir.

Ni siquiera alcancé a refutar cuando ya estaba siendo arrastrado al jardín, pero la pequeña disputa no acababa ahí, claro que no.

—¡Te prohibo que sigas con esto! —gritó su madre perdiendo la paciencia.

Ante eso Dash solo dejo escapar una carcajada seca.

—Sabes muy bien que no voy a escucharte, ni a ti, ni a papá, ni a Daniels.

«¿A qué se refiere? ¿Qué quiere decir con eso?»

—Intentamos ayudarte, sabes que terminará muy mal.

Su expresión ya no era dura, intentaba convencerla de algo... algo que yo entendería más adelante.

—Lo sé, pero aún así lo haré —finalizó llevándonos fuera de la casa.

Dash respiraba de forma errática, frustrada. Sostuve sus hombros y la obligue a mirarme.

—Hey, tranquila. Ya pasó —sus brazos me rodearon en un fuerte abrazo al que correspondí sin dudar. La intriga por saber que estaba ocurriendo en esa casa, fue disipada al sentirla tan cerca.

—Sí, tienes razón.

Tomamos asiento uno frente al otro, la comida ya estaba servida y como siempre todo se veía delicioso y era más de lo que desayunaba normalmente.

—Por cierto, irás al baile de la escuela conmigo —comentó como si nada mientras bebía un sorbo de su jugo.

—¡¿Qué?!

—No te preocupes yo me encargaré de todo —sonrío—. Y ahora come, o se enfriará.

Lo menos que quería era estar rodeado de adolescentes ricos con actitudes similares a las de su madre. Pero ella siempre conseguía lo que quería, sin importar el costo o las consecuencias.

Es algo que tengo muy claro después de haberla conocido.

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¡Último capítulo de esta semana!

Espero les guste, no se olviden de dejar un voto o un comentario❤

¿Que piensan de los personajes?

Asher y DashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora