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P.O.V   SAMUEL

Mis labios rozando los suyos, mi cuerpo pegado a su cuerpo, nuestras miradas se cruzan, sin embargo ya que se va hacer... va empujarme de su lado de nuevo pero esta vez no lo hace sin tocar mi mejilla suavemente.

-No lo hagas, Carla... no lo hagas – le ruego

No voy a soportar otro rechazo de su parte, necesito explicación.

-Deja de seguirme, Samuel.

-Sabes muy bien que no pienso dejarte en paz hasta que me explicas todo.

Carla da vuelta, está a punto de salir del baño.

-Carla, si salgas ahora mismo te juro que me perderás para siempre.

Me mira incrédula, no fue algo que ella esperaba oír.

-¿Crees que con eso vas a detenerme?

-Esto no eres tú, no eres así, lo que haces y dices es porque tienes que hacerlo – dije al acercarme a ella

Le pongo nerviosa, con eso me basta.

-¿Qué pasa, estas nerviosa?

-Me parece ridículo lo que estás haciendo.

-¿Qué es lo que hago, tratando a descubrir porque de un día a otro me alejas de tu lado como si fuera un desconocido?

-Joder, eres muy pesado, ¿no aceptas no por respuesta?

Pongo mano sobre su cintura, atrayéndola hacia mí una vez más.

-Dime que sucede, te lo ruego.

-Ya te lo dije.

-Carla, por favor. ¿Qué no ves que sigo aquí? No ha dejado tu lado a pesar de todo lo que me has dicho, juras que todo fue juego pero no es así, me mientes y necesito saber por qué.

Utilizo esa oportunidad para besar su mejilla, necesito acariciarla, demostrarle como me estoy sintiendo.

-David está afuera.

-¿Y que con eso?

-¿Qué clase de amigo eres si pretendes enrollarte conmigo mientras él está afuera esperándonos?

-Tú no estás con el oficialmente, me importa una mierda lo que él piensa.

-Eres mala persona, Samuel.

-No, tú eres mala por estar mintiéndome.

-Esta conversación ya no tiene sentido.

De nuevo esta por salir pero la tomo por el brazo, va decirme lo que sucede aunque eso sea la última cosa que haga.

P.O.V   CARLA

En cuanto Samuel me mira de esa manera casi rogándome para que le explique lo que sucede, me siento más dolida que nunca, no puedo resistirme a él, no puedo mentirle.

-¡Suéltame, Samuel!

-No puedo, si lo hago entonces vas a salir de aquí, vas a volver alejarte de mí, no puedo vivir así, no puedo estar sin ti.

Vamos, Carla... cierra los ojos, disimula todo, miente...

Joder.

No puedo hacerlo...

-Te amo – suspira

¿Cómo consigo huir de aquí cuando me dice una cosa así?

-Samuel...

-Carla, mírame... estoy aquí para siempre, cualquier cosa que sucede dímelo y ya.

-No vas a soportarlo.

-Dímelo.

-No lo soportarías, Samuel.

-Déjame a mí decidir eso.

-Me haces cosas más difíciles de esa manera, no tienes ni idea.

-Lo único que busco es la verdad, yo te ayudare con cualquier cosa, me tienes a mí, te lo juro.

-¿Qué vas a hacer cuando te digo que sucede? ¿De verdad vas a hacer algo para ayudarme?

-Si – responde de un golpe

-¿Y si te das cuenta que no puedes hacer nada?

Samuel se pone frustrado.

-Haría lo que fuera por ti, lo que tú necesitas.

Que fácil decirlo.

Samuel toma mis manos, acariciándome.

-¿Qué sucede? – cuestiona

-Mi familia está en la ruina...

Empiece decirle todo, le dije todo lo que paso, todo lo que mi padre me dijo, todo lo que quiere que haga y lo que estoy haciendo actualmente con David.

Samuel camina frustrado por el baño, callado, pensativo, también desesperado.

-Te dije que no vas a poder hacer nada.

-¿Estás loca?

-¿Qué piensas hacer, a ver?

-Hablar con tu padre.

-¿Y qué vas a decirle?

-Darle el dinero que necesita.

-Eres tan ingenuo, Samuel.

-¡No te puedes casar con él!

-No tengo otra opción, no quiero que mi madre sufre las consecuencias.

-Pues,  no parece como si ella estuviera de acuerdo con todo esto. ¿Cómo no lo ves?

-Mi padre tiene la última palabra.

-Joder...

-Ya esta, necesito salir, David va sospechar algo.

-Carla...

-Por favor, no te acerques a mí, quiero salvar a mi familiar y acabar con todo esto.

-Es demasiado sacrificio.

Todo lo que dice es cierto pero no puedo echarme para atrás...

-Es mi familia, Samuel. ¿Qué pretendes que haga?

-Déjame a mi resolver el asunto – dice al tocar  mi brazo

Desde esos días llenos de discusión ahora llegamos a esto, me acaricia y me comprende pero yo no quiero que él se encargue del asunto, no quiero su dinero, no quiero su sacrificio.

-Samuel...

-No te puedes casar con él, no nos puedes hacer eso.

-Aléjate de mí.

-¿Qué no ves que no puedo? – dice desesperado

-Tengo que irme.

-Hablemos mañana.

-Samuel, por favor.

No necesito su ayuda, mi padre jamás aceptara que tenga una relación con él, es por eso que manteníamos relación en secreto desde el mismo principio.

-Vamos a encontrar alguna solución, te lo juro.

Pega su frente con el mío, por un momento me hace sentir segura, por un solo momento antes de que volvamos salir del baño, tratando a fingir que somos personas diferentes, unos colegas y no dos personas desesperadas por estar juntos.

Mala fama |CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora