—Yo solo quería que ganaras un dinero extra, además ni siquiera conoces al viejo que tienes que eliminar. Es una mala persona, se lo merece.
Christopher paró de dar vueltas por toda la habitación y la miró con el ceño fruncido. No estaba de acuerdo con que tomara decisiones por él, mucho menos si se trataba de su valor para matar una persona.
—¿Y quién soy yo para juzgar?, ¿me viste cara de asesino, Ariana? —la pelinegra rodó los ojos y levantó ambas manos, queriendo decir que ya no se metía más —. No puedes ponerme en estas situaciones, es arriesgado meternos con personas tan peligrosas.
—Ya, lo siento, pero debiste haber aceptado.
—No me gusta lo que hago, ¿crees que voy a llevar un muerto en la conciencia?
—Si no lo haces tú, lo haré yo misma —el castaño intentó hablar para hacerla entrar en razón, pero fue en vano, ella era una chica obstinada y ya no parecía tener remedio —. Yo sí necesito el dinero, Chris. No te preocupes, eres importante para mí y prefiero dar mi vida para que tú estés bien.
Soltó su mano al verla decidida a salir por esa puerta con intenciones de acabar con la vida de alguien. Ignoraba si lo había hecho antes, pero sentía la necesidad de protegerla también y no dejar que algo malo le sucediera. Podía estar ciega por la necesidad, pero en el fondo no era una mala persona y lo sabía por la forma en la que intentaba proteger a los suyos aunque significara meterse en más problemas ella.
•••
Era lunes, Aarón ya se encontraba listo para dejar el hospital y regresar a la universidad después de mil chequeos que exigió Patricia. No volvió a cruzar palabra con su hermano, ambos tenían el defecto de ser demasiado orgullosos. Al llegar, lo único que captó su atención fue ver a Joel riendo con un grupo de chicos, todos parecían ser sus amigos a pesar de solo conocer a dos de ellos. Sonrió y se acercó a molestarlo, como siempre solía hacerlo.
—Buenos días a todos —pasó la mirada por cada uno, sin darle mucha importancia a ninguno, hasta llegar al rizado —. ¿Cómo estás, cuñadito?
Joel frunció el ceño y dirigió la mano a su hombros para apretarlo discretamente —Cállate, deja de llamarme así y mucho más cuando hay más personas conmigo —susurró.
—¿Te pone nervioso, Joe? —sintió la mirada de Zabdiel sobre él, por lo que se alejó lentamente —. Creo que iré al baño antes de entrar a clase.
—Me alegra que... que estés mejor —sonrió ante lo que dijo Joel.
—Gracias, aún tengo que ir para que revisen cómo sigue, pero no fue muy doloroso porque solo fue un roce.
—Tuviste suerte entonces.
—Joel, ¿podemos hablar? —el rizado desvió la mirada a Zabdiel, quien estaba sentado en el comedor —. Ven aquí.
El rubio le señaló la silla a su lado, Joel se despidió de Aarón con una pequeña sonrisa y se acercó hasta tomar asiento junto a él. Los demás chicos se alejaron un poco al entender que la mirada de Zabdiel pedía privacidad para hablar con el menor.
—¿Sucede algo malo? Sé que no debería hacer suposiciones, pero esas dos palabras nunca me han dado confianza —el mayor negó con la cabeza mientras trataba de organizar las palabras antes de decirlas —. ¿Entonces qué pasa?
—Joel, yo sé que esto no te lo esperas justamente ahora, sé que no es el lugar adecuado ni el mejor momento, pero prefiero que lo sepas y que no tengas que sentirte confundido con mi actitud depués.
—Dime.
—Tú me gustas —el rizado levantó la mirada hacia los ojos del mayor —. Yo sé que me viste con Manuel y que te dije que no era nada serio, pero lo que siento por ti es real, va más allá de lo físico. Estar contigo me parece algo especial y siento que estoy... donde quiero estar.
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Aléjate De Mí ||Virgato||
Fanfiction¿Qué pasa cuando te enamoras de una persona a la que le puedes hacer daño? ¿Sería conveniente luchar por ella o es mejor alejarte para no herirla? Tal vez lo que quieres es más fuerte que lo correcto...