—Es un idiota, Zabdiel es un idiota —Christopher rodó los ojos al verlo acercarse a la mesa con una sonrisa de oreja a oreja y de la mano del rizado —. No sé qué haces saliendo con un tipo de esos.
—Pues a mí tampoco es que me agrade mucho, pero es una buena persona —Aarón se encogió de hombros al recibir la copa que había pedido y se dio media vuelta para mirar al rubio con el rizado en la mesa —, al menos con Joel lo es.
Christopher apartó la mirada y se concentró en recibir y tomar rápidamente la bebida cuando le prendieron el fuego, ni siquiera había visto a Karla desde que se había ido a la barra, solo intercambiaba un par de palabras con su hermano de vez en cuando mientras esperaban todas las bebidas que se habían ordenado.
Erick sonrió levemente al notar las miraditas que le daba Zabdiel a Joel, recordaba que era exactamente la manera en la que se miraba con Miguel cuando apenas se estaban haciendo novios. Le alegraba que su amigo encontrara una persona que lo hiciera feliz nuevamente y sabía que el rizado era la persona indicada.
—Se tardaron bastante, ¿qué se quedaron haciendo? —Joel apartó la mirada con un poco de vergüenza ante la pregunta del ojiverde —, si se puede saber.
—Nada fuera de lo normal, ¿por qué? —se apresuró a responder antes de que Zabdiel hablara —. Ahí vienen sus tragos, mejor cuenta con quién hablas.
Aarón y Christopher se acercaron con un cóctel cada uno, avisando que pronto iban a llevar el resto de las cosas. El rizado observó con disimulo al mayor, quien se bebió todo de una sola. No parecía borracho aún, pero no iba a tardar en estarlo si seguía tomando de esa manera.
—Estoy hablando con mi mamá, me está preguntando si todo está bien —el ojiverde sonrió tiernamente.
—Qué linda, imagino que tu mamá debe ser igual de atenta, ella siempre está pendiente de todo —Aarón se dirigió a Joel.
—No, al menos conmigo no es así —el rizado se encogió de hombros, tratando de expresar que ya le daba igual.
Christopher bajó la mirada, sabía lo que era no tener una madre, pero tenerla y que te demostrara tan poco interés debía ser bastante doloroso también. Vio a Zabdiel acariciarle la espalda en señal de apoyo, al menos una vez en su vida apoyaba algo que hacía él.
Minutos después apareció Karla, quien entabló una conversación con todos los que estaban presentes en la mesa, a excepción de Joel, quien solo se entretenía jugando con un anillo. Zabdiel le hablaba de vez en cuando al verlo distante y alejado de todos a pesar de estar ahí, lo menos que quería era verlo aburrido.
—¿Pedimos más bebidas? —Erick se bebió la última gota de vodka que había quedado de toda la botella —. Esto ya se acabó.
—Erick, ya no tomes más, hazme caso —el rubio lo regañó con una expresión seria, solo quería que no se sintiera mal o se fuera a meter en problemas.
—Déjalo, él se está divirtiendo, eso es lo que debe importarte —Aarón tomó la mano de Erick —. Una última botella no cae mal, Zabdiel, ¿seguro que tú no quieres?
—No, yo no quiero, Aarón —el rubio lo miró mal y prefirió apartar la vista, hasta Erick se estaba dejando influenciar por ese estúpido después de que no tomaba —. ¿Tú lo vas a llevar a la casa cuando esté completamente ebrio?, porque recuerda que soy yo el que tendré que cargar con él.
—Sí, yo no me complico, yo lo puedo llevar a su casa —el ojimiel ladeó una sonrisa al ver la molestia del amigo de Joel.
—Bien, ya veremos si un borracho puede llevar a otro borracho.
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Aléjate De Mí ||Virgato||
Hayran Kurgu¿Qué pasa cuando te enamoras de una persona a la que le puedes hacer daño? ¿Sería conveniente luchar por ella o es mejor alejarte para no herirla? Tal vez lo que quieres es más fuerte que lo correcto...