—Ya vine... —murmuro a sabiendas que nadie me escucharía.
Como pensaba, mamá no estaba en casa y todas las luces estaban apagadas. Decidí encender la luz del pasillo, caminé hasta la cocina y busqué algo instantáneo que comer.
Mientras esperaba a que esto terminé, recordé el libro que Jisung me había dado, así que traje adelante de nuevo mi mochila y la abrí.
Cuando tuve el libro en manos me dirigí hasta un pequeño pañuelo, tomándolo y pasándolo por encima para quitar todo el polvo y suciedad.
La tapa era de color oscuro con detalles dorados y rosas, además que en el centro se veía un "For you", luego venía la primera página.
Estaba arrancada.
Fruncí el ceño al pasar el libro y ver más páginas del mismo modo, ¿cómo no me dí cuenta antes?
Dejando eso de lado, la portada no estaba, tampoco una pequeña introducción y de un momento a otro empezaba la lectura, en la parte derecha superior se encontraba una fecha.
¿2020? Esto es muy antiguo, pensé al notar el número que marcaba, junto a eso también estaba una hora.
Con más interés tomé el ramen ya listo y subí hasta mi habitación.
"Hoy empezaron las clases. Dios, como odiaba esto, solo quería meterle un palo por el culo al profesor de criminología."
¿Esto no era un diario?
Por última vez cerré y abrí el dichoso libro, buscando algo que me indicara que mi hipótesis era cierta.
Cuando me dí por vencido volví a ver el libro, empezando con la lectura mientras comía con mi otra mano el envase con ramen.
Mientras iba por la mitad del día en el libro fruncí el ceño, quien lo había escrito había sido una chica, iba en su último año de psicología y mágicamente había chocado y describido al chico con las mismas cualidades con la que había dado yo.
—Tal vez es pura coincidencia... —me susurré centrándome en la lectura, cuando iba a pasar a la siguiente página oí la puerta de abajo abrirse.
Esa era mamá.
—¡Minho! —me llamó, a lo cual yo cerré el libro y lo dejé en la mesa de noche, bajando para llegar a su encuentro.
—Dime
—¡Que te parece! —me mostró una película en manos, yo ladeé la cabeza y luego la miré.
—¿Bebiste?
—Sólo dos... o tres copas... ¿botellas?
Suspiré rendido, sus ojos estaban cansados y su atuendo desarreglado.
Entre quejas de mi progenitora la llevé hasta su habitación, pondría la película y me quedaría un rato allí hasta que se durmiera.
Cuando la película, que trataba de dos niños en una aventura, iba por la mitad volteé a ver hacia mamá.
Se había acurrucado en las sábanas, me levanté colocando pause a la reproducción y le coloqué una manta más abrigadora.
Cuando la vi más tranquila apagué el televisor y salí de la habitación, pues ya había apagado las luces antes.
Esto también es un pan de todos los días, pensé para mis adentros.
—Mañana le prepararé el desayuno —murmuré apagando las luces de todos los cuartos restantes, quedándome en el mío.
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El chico de mi novela. ლ〚2MIN〛
Random⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒❝third eye❞⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒ ༊··་Lee Minho se dedicaba a leer mucho, se le consideraba incluso un "come libros". Los libros que caían en sus manos siempre trataban sobre casos criminales e historia, además de los que tenia por su curso. ༊··་Leer algo...