Capítulo 11 -¿Nombre?-

487 72 626
                                    

—¿Qué te parece este?— Pregunto colocando sobre mí, un vestido casual color verde agua

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Qué te parece este?— Pregunto colocando sobre mí, un vestido casual color verde agua.

—Hmmm...— Espeta mi mejor amiga de manera dubitativa—. No termina de convencerme.

—¿Por qué no vas con lo que llevas puesto y ya?— Pregunta Axel algo fastidiado.

Mis ojos se dirigen hacia lo que llevo puesto.

—Axel, no llevaré mi pijama de donas.

—Pues que pena, porque creo que es genial— Contesta Axel levantando sus hombros.

—Agh— Espeto completamente rendida—, nada me gusta. Ya no quiero ir.

Un suspiro de pura frustración abandona mis labios. Siento que no me veré lo suficientemente bonita con nada. ¿En qué pensaba cuando acepté salir con alguien como Evan?

—Déjame ver pequeña gruñona— Sol se levanta y se dirige hacia mi clóset. Luego de unos segundos, toma entre sus manos un bonito vestido azul que olvidé que tenía—. Creo que este jamás te lo he visto puesto.

Me acerco para tomarlo entre mis manos. Al igual que la mayoría, su tela es delgada, ideal para usarse en verano. Tiene un amplio cuello, por lo que mis hombros se verán al utilizarlo.

—¿Lo mirarás mucho más o ya te lo pondrás?— Pregunta Axel sonriendo, sosteniéndose el mentón con las manos.

Le dedico una mirada fulminante:—¿Puedes recordarme porqué estás aquí?

—¿Porque soy tu amigo y me quieres mucho?— Contesta Axel recostándose sobre su estómago— Además, soy genial.

—Ajá— Contesto volteando los ojos mientras sonrío de camino al baño.

Me quito la ropa para colocarme el vestido, lo acomodo sobre mi cuerpo y dejo salir el cabello que quedó dentro del mismo antes de, finalmente, poder mirarme en el espejo.

Mi boca y ojos se abren, apenas si puedo creer lo bonito que luce. Se ajusta a mi cintura y luego cae suelto hasta llegar a mis rodillas. Como creí, mis hombros están al descubierto y sólo son levemente tapados por las ondas de mi cabello. Dejo escapar una sonrisa de alivio y felicidad al sentirme finalmente cómoda con lo que ven mis ojos.

Abro la puerta del baño con las comisuras de mis labios claramente elevadas en una gran sonrisa, deseo con ansias mostrarle a mis amigos cómo me veo. Estoy dando un paso fuera cuando levanto la cabeza y me dentengo en seco desvaneciendo la alegría de mis facciones por el susto; Justo en la pared del pasillo que enfrenta al baño, se encuentra Artsen despreocupadamente apoyado mirando hacia un costado.

Su cuerpo está completamente reposado sobre la pared. Una de sus piernas está flexionada y apoyada a unos cuantos centímetros del suelo. Lleva unos jeans azules algo rasgados y una camiseta blanca. Su collar sobresale de ella provocándome una extraña sensación al verlo. Tiene los brazos cruzados sobre su pecho y el cabello tan oscuro y despeinado como siempre.

LA ELEGIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora