Capítulo 19 -Rescate-

254 47 265
                                    

Caminamos por las calles una vez más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Caminamos por las calles una vez más. Estamos cansados pero aún así atentos a todo a nuestro al rededor. Cada paso está pensado, pues andamos con sumo cuidado de no toparnos con absolutamente nada.

He estado hablando con Thomas desde que salimos de la casa. Me contó un poco más sobre las cosas que le gustaban cuando estaba vivo, y yo he estado intentando ponerlo al día con las cosas que han ido sucediendo en la tierra desde que se fue.

—Entonces este... "celular" del que me hablas, ¿deja que llames sin estar atado a un cable?

—Exactamente. Y si quieres puedes hacer videollamadas.

—¿Qué es eso?

—Imagina que una cámara esta incorporada en ese teléfono, entonces cuando llamas para hablar con alguien, esa persona puede verte y oírte al mismo tiempo.

Thomas abre los ojos ampliamente.

—¡Bromeas!— contesta sonriendo.

—¡Claro que no!— digo, devolviendo la sonrisa.

—Todo lo que me has contado sobre cómo está la tierra ahora suena tan... maravilloso. Si supieras lo distintas que eran las cosas para mí. Sobretodo porque no tuve esa... ¿cómo dijiste que se llamaba? ¿Wilinedia? 

—Wikipedia— contesto entre risas, corrigiéndolo.

—Esa misma. Ojalá haber tenido una Wikipedia de donde sacar información de manera tan rápida. Yo pasaba horas en la biblioteca.

—Sí, eso es lo que los adultos siempre dicen— espeto entre risas.

Thomas bufa y sonríe ante mi comentario.

—Pero sí— digo finalmente—. Mi generación es afortunada en algunos aspectos. Nuestra facilidad en ciertas áreas es considerablemente mayor a la que tuviste en tu época.

Thomas asiente, y luego me explica cómo se imaginaba el futuro. Entre risas y alguna que otra burla, su cabeza repleta de ideas, a regañadientes, abandona finalmente la idea de autos voladores y gente que se teletransporta.

Continuamos hablando, mientras paramos detrás de cada objeto o lugar que nos permita asegurar que las calles por las que caminaremos son seguras. Luego de unos minutos, a unos pocos metros de distancia, distingo una luz proveniente de una de las casas de la cuadra.

—¿Esa casa tiene las luces encendidas?—pregunto confundida.

—Sí— contesta Thomas con seriedad.

Lo observo ante la extrañez de su respuesta. El muchacho parece algo apenado, como si estuviese recordando o pensando en algo que le hace daño.

—Alguien está siendo torturado allí— dice finalmente, sin necesidad de que yo pregunte algo más.

—Oh... no creí que este lugar tuviese finalidad alguna más que despistar.

—Bueno, en realidad, es un poco y un poco. El infierno es como una copia retorcida y vacía de la tierra, con sus propias trampas, recovecos, escondites y criaturas. Con suerte no nos perderemos.

LA ELEGIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora