Secuela de "Roman Bridger: El Verdadero Villano de la Trilogía de Scream" y precuela de "Scream 4" llega esta historia.
Sinopsis: Jill es una chica que ha vivido toda su vida bajo la sombra de su famosa prima, Sidney Prescott (La Heroína de Woodsbor...
Blanco. Parece una imagen completamente en blanco, salvo que no lo es. Son en realidad muchos flashes de cámaras disparando rápida y desesperadamente a algo que se mueve. Ese algo es una joven sorprendida siendo llevada en camilla por médicos para ingresarla al hospital.
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La gente, los reporteros y todos se acumulan a esa camilla mientras preguntan cosas como:
"¿Cómo se siente ser la única sobreviviente?" O "¿Qué se siente ser una heroína?".
Tras oír todas esas preguntas al mismo tiempo de ser flasheada por múltiples personas, a la chica se le dibuja poco a poco una sonrisa.
Su nombre es Jill, y había logrado un sueño que tenía desde que era niña, y ya puede saber lo que se siente.
Pero... ¿Cuál fue ese sueño?
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Año 1998:
El sol empezaba a salir y a iluminar ese vecindario de Woodsboro, en lo que parecía ser un viernes prometedor. Cada vez se podían ver mejor las casas. Dentro de una de esas casas comenzó a sonar un despertador, el cual en cuestión de segundos fue apagado por una pequeña de niña de 5 años. Su nombre era Jill Roberts.
Tras eso, se levantó feliz con ganas de ir a la escuela, algo que normalmente no le pasaba, y menos a cualquier niño pequeño; pero ese día era especial, ya que podrían ir disfrazados de lo que quisieran todos los niños de su colegio. La idea le gustaba y esperaba con ansías ese viernes, puesto a que desde que tenía memoria le gustaba disfrazarse a cada rato.
Minutos después de ducharse y desayunar, Jill buscó su disfraz: era un vestido de princesa muy bonito; celeste; con puntitos brillantes. Básicamente un disfraz no muy barato, de más estaba decir que a la pequeña Jill le encantaba.
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Media hora después, Jill fue llevada por su madre Kate a la escuela preescolar de Woodsboro.
Al llegar, Jill entró a su salón, pero al hacerlo fue observada por muchos de los niños, varios impresionados con ese disfraz que llevaba. En ese momento, sentía algo al ser mirada por su salón, y era que le gustaba. Ser vista, llamar la atención de los demás. A la pequeña le encantaba eso.
—Miren, parece que ya tenemos una posible ganadora para la competición —comentó la profesora.
Jill solo se sonrojó y prosiguió a sentarse en el círculo junto al resto de sus compañeros, los cuales estaban disfrazados de múltiples personajes como: Chucky, Darth Vader, La Caperucita Roja, Princesas y algunos disfrazados como el asesino de Woodsboro, Ghostface.
Tras una charla que dió la profesora sobre cuidarse de extraños, a los niños los dejaron libres en el salón para que compartieran y comieran sus Snacks y dulces.
