Capítulo 31: La Nueva Sidney.

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—¿Incluso a tus amigos? —cuestionó entre lagrimas Sidney.

—¿Mis amigos? —guardó la pistola detrás de sí— ¿En qué mundo estás viviendo? No necesito amigos; necesito fans. ¿No lo entiendes? Esto nunca se trató de matarte; se trató de convertirme en ti —reveló—. Por Dios, mi madre tuvo que morir, aunque no fue gran pérdida para apegarme al material original. ¿Es enfermo, verdad? —se le acercó— Lo enfermo es lo nuevo. Nueva franquicia, nuevas reglas. Solo hay lugar para una protagonista, y tus días de ingenuidad ya se acabaron —tras esas palabras, Jill le encajó el cuchillo en el estómago a su prima.

La herida Sidney fue cayendo de a poco.

—No me digas que pensaste que este día nunca llegaría —dijo con una macabra sonrisa Jill, al mismo tiempo que su prima cayo desangrándose al suelo, quedando completamente inmóvil.

Toda temblorosa, Jill tenía que continuar con su plan, aunque sabía que esta no iba a ser su parte favorita.

La joven caminó hasta el cadáver de Trevor, y con su cuchillo cortó las cintas que lo atrapaban de los pies a las manos.

Una vez liberado, Jill sacó detrás de sí la pistola, más un trapo con el que empezó a limpiar sus huellas dactilares del arma, luego colocándola en el piso y empujándola lejos. A continuación, sostuvo la mano de Trevor y se la colocó en la mejilla, haciendo presión en la parte de las uñas. En un brusco movimiento, bajó la mano de su muerto ex, haciéndose cortes en la mejilla. Luego, con esa misma mano, ella la llevó hasta su cabello, cerrándola y empezando jalarse un mechón hasta arrancárselo.

 Luego, con esa misma mano, ella la llevó hasta su cabello, cerrándola y empezando jalarse un mechón hasta arrancárselo

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Una vez listo, agarró el cuchillo y se levantó, dirigiéndose hasta la pared. Colocó el cuchillo apuntando a su hombro derecho, para en un impulso, dejarse llevar hacia la pared, enterrándose el filoso objeto en tal acto.

La chica no pudo evitar soltar un fuerte grito

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La chica no pudo evitar soltar un fuerte grito. Se sacó el cuchillo, y del estrés pateó una pequeña mesa cercana.

Ella se devolvió al cadáver de Trevor, dejando el cuchillo ensangrentado a su lado, no sin antes limpiar las huellas en el mango.

Jill: La Historia de "La Nueva Sidney" (SCREAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora