Capítulo 15: La Fiesta (Parte 2)

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Charlie se acercaba lentamente a Jill, pero esta lo detuvo con dudas y salió de la zona de baile.

—Maldición —se dijo a sí mismo el chico suspirando.

Jill caminó a otra área de la casa y se apoyó sobre la pared, tapándose la cara de pena. En eso, llegó Jenny.

—¿Qué pasa, Roberts? —preguntó amablemente.

—Oh, nada. Solo fue... Eh... nada especial —se limitó a responder.

—Sabes, nunca te lo he dicho, pero... —la rubia se acercó a la castaña, poniendo su mano en el hombro— En secreto te envidio —confesó.

—¿Y eso por qué?

—Tener una familiar fuerte y superviviente como lo es tu prima Sidney, la verdad lo admiro mucho.

Jill comenzó a desviar su mirada a otros lados mientras Jenny hablaba. No se sentía cómoda desde lo que acabó de pasar en el baile, y mucho menos con esa conversación sobre su prima.

—He visto las películas de STAB miles de veces —comentó apasionada la rubia—. Lastima que después de la tercera película no quisieron continuar con Sid...

—Disculpa, ¿puedo usar tu baño? —interrumpió bruscamente.

—Claro, está por aquí a la derecha, cerca de las escaleras —indicó sin problema alguno, pero a lo que su invitada se disponía a avanzar, recordó algo de inmediato— ¡No, espera! —la detuvo antes que diera otro paso—. Me acordé que ese baño está ocupado con Marnie vomitando. Creo que le afectaron mucho los tragos —comentó riéndose—. Pero puedes usar el baño del segundo piso, está en el fondo a la puerta izquierda... ¿o era la derecha? No me acuerdo, pero ve.

-

Ya en el segundo piso, Jill se dirigió hasta las puertas del fondo; abrió primero la de la derecha, pero esta solo era una habitación. Cerró y se dirigió a la otra puerta a su espalda, colocando la mano sobre la perilla. Lo que no se esperaba era que, al abrir, lo primero que presenciaría sería a Roger de pie, con los pantalones en el suelo y un chico arrodillado, este último se volteó y resultó ser Robbie. Los dos se quedaron mirando a la chica con los ojos super abiertos, mientras ella, totalmente incrédula ante la situación, cerró de golpe la puerta.

Estaba con total asombro, nunca se esperó ver algo así.

La puerta se abrió y Roger salió del baño con la mirada pegada en Jill, caminando todo apenado hasta bajar al primer piso.

Aprovechando la oportunidad, ella regresó al baño y ahí encontró a su amigo tapándose la cara de la vergüenza.

—No puedo creer que hayas visto esto —dijo Robbie, cabizbajo y cruzándose de brazos

—Robbie, ¿qué carajos fue eso? —interpeló aún sorprendida mientras cerraba la puerta tras de sí.

—¿Tú que crees, Jilly? Soy gay, soy gay —confesó evitando el contacto visual.

—¿Pero cómo? Creí que te gustaban las chicas. Creí que te gustaba Olivia.

—Finjo que me gustan frente a los demás —miró con ojos cristalizados a su amiga—. No quería revelar la verdad. Ni siquiera mi mejor amigo Charlie lo sabe —suspiró.

—Está bien, Robbie —lo abrazó—. No eres el único que tiene que esconder sus sentimientos.

Robbie asintió al mismo tiempo que se separaban.

—¿Llevas tiempo con Roger?

—Nah, solo fue algo casual, tú me entiendes —respondió sonriendo.

Jill: La Historia de "La Nueva Sidney" (SCREAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora