Capítulo 13: Están Invitadas.

147 18 30
                                    

6 Meses después, en la escuela:

—¡Al fin, perris! Primer año de preparatoria —expresó emocionada Kirby mientras abrazaba a Jill y Olivia.

—El día que tanto anhelabas por fin llegó —le dijo Jill en el oído.

Las dos chicas soltaron a su amiga.

—Como pasa el tiempo. No me sorprendería que en un abrir y cerrar de ojos ya nos estemos graduando.

—Oye, oye, tranquilízate, chica —le pidió Olivia.

—Exacto, Kirby. No pienses tanto en el futuro y disfruta el momento presente —sugirió Jill tocándole el hombro.

—Sí, disculpen, creo que me emocioné de más.

—¿Soy yo o acaso vienen hacia acá? —preguntó Olivia viendo a su derecha.

—¿Quiénes? —volteó Jill.

Las personas que se estaban aproximando eran Jenny, Trevor y Marnie.

—¿Qué carajos quieren estos? —musitó Jill—. Ok, finjan una sonrisa, que ya están llegando.

—Hola, chicas, ¿cómo están? —saludó feliz Jenny.

Las tres chicas la saludaron con unas sonrisas falsas.

Jill no podía ver directamente a Trevor, por lo que trataba de evitar lo máximo posible el contacto visual con él.

—¿Qué se les ofrece? —preguntó sin más Kirby.

—Bueno, he estado conversando con estos dos —señaló a su novio y a su amiga— Y creo que estaría bueno celebrar este comienzo de año escolar en la preparatoria con una fiesta en mi casa este viernes —anunció Jenny.

—¿Una fiesta? —preguntó a paso de tortuga Jill.

—Así es, Roberts. Mis padres saldrán por la noche y no vendrán hasta el día siguiente. Entonces, es más que acertada la fecha. Invitaremos a la gran mayoría de nuestra clase.

—Estará genial —comentó Marnie—. Habrá música, snacks, juegos...

—Y alcohol —agregó Trevor.

Jill, Kirby y Olivia se le quedaron mirando.

—¿De verdad vas a llevar alcohol? —cuestinó Olivia.

—Claro, solo para el que quiera. Mi padre tiene un sótano lleno de muchas botellas alcohólicas. Podría bajar y llevarme a escondidas dos o tres en mi mochila —explicó— Ademas, ¿de qué se sorprenden? Ya no somos unos niños para solo tomar Pepsi o Jugos de naranja.

Cayó un momento de silencio.

—¿Y bien? ¿Sí van a ir? —consultó Jenny rompiendo ese incómodo silencio.

—A mí me gustaría. Sí, creo que sí voy —afirmó Olivia.

—Yo... creo que también podría ir —habló Kirby.

—Genial —se alegró Jenny— ¿Y tú, Roberts?

—La verdad, no sé si iré. No estoy segura —respondió dudosa.

—Está bien, de camino al viernes me avisas si cambias de opinión, ¿ok? —asintió—. Bueno, si nos disculpan seguiremos invitando a otros. Nos vemos —los tres se fueron alejando de las recién invitadas.

—Por Dios, deberíamos ir —propuso emocionada Olivia.

—Es que en verdad no sé; es que es Jenny —declaró Jill.

—Vamos, Jill. ¿Hasta cuándo vas a dejar de creer cosas sobre ella? Es una buena chica, deberías conocerla mejor —replicó Olivia.

—Quizás no sea Jenny el verdadero problema. ¿No tendrá que ver con Trevor? —interpeló Kirby a Jill.

—No lo sé —contestó ella rascándose la frente.

—Jill, por favor, trata de olvidar ese amor por Trevor. La forma en que puedes hacerlo es yendo a divertirte con nosotras. Es más, seguramente podrían ir también Charlie y Robbie, y no podemos estar completos sin ti —ideó Olivia sujetando de los hombros a su amiga—. Entonces, ¿qué dices?

Jill miró a Kirby a su lado, esta solo le asintió. Luego, regresó la vista a Olivia, que la miraba con tanta insistencia.

Tras unos segundos pensando, Jill suspiró y terminó aceptando ir.

-

7:32 P.M.

Madre e hija estaban cenando. Fue entonces cuando Jill le avisó a su madre sobre la fiesta en casa de Jenny.

—Será una fiesta tranquila ¿verdad? —interpeló seria Kate mientras comía.

—¿Tranquila en qué sentido?

—¿Habrán mayores de edad responsables? ¿Cero alcohol y sustancias raras? ¿Cero juegos subidos de tono entre jóvenes?

La joven tragó saliva, pues básicamente todo lo que le prohibía su madre estaría en la fiesta; pero si quería ir, debía convencerla de que todo estaría controlado.

—Absolutamente, mamá. Todo será una fiesta tranquila —informó segura.

—¿Puedo confiar en que es verdad?

—Mamá, ya no soy una niña. Ademas, ¿cuándo te he mentido?

—Necesito asegurarme que estarás bien .

—Mamá, estaré bien, hasta irán mis amigos. Olivia me prometió que su madre nos llevaría.

—¿Sabías que tu prima Sidney fue invitada a una fiesta donde casi la asesinan a ella y a más personas?

—Por favor, no empieces otra vez con ese tema. Aquí ya ni siquiera hay un Ghostface —aseguró ya harta— ¿Entonces, mamá? ¿Sí o no?

Kate bebió su jugo de limón mientras veía seriamente a su hija a los ojos. Estaba pensando, mientras que Jill por otra parte esperaba con ansias una respuesta.

 Estaba pensando, mientras que Jill por otra parte esperaba con ansias una respuesta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jill: La Historia de "La Nueva Sidney" (SCREAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora