Capítulo 5: Nuevas Compañeras.

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Año 2004:

Era un luminoso lunes por la mañana. Como de costumbre, el autobús escolar estacionaba justo enfrente de la residencia Roberts.

—Ya llegó, Jill – besó a su hija en la frente—. Nos vemos, hija. Ten mucho cuidado.

La infante asintió y fue directa al autobús. Una vez dentro, la bulla era algo difícil de ignorar. Caminaba buscando asientos, ya que la gran mayoría estaban llenos. Sin embargo, a su izquierda, cerca de ella, había un asiento disponible al lado de un chico de brazos cruzados y con una cara no muy amigable; mientras que a su derecha, un poco más atrás, había un espacio de sobra junto a una chica de un largo cabello rubio rizado escuchando música con sus audífonos. Sin duda, Jill decidió ir a sentarse con aquella chica rubia, por lo que emprendió su paso hasta allá.

Al llegar, saludó a la chica a su lado, pero esta tenía los ojos cerrados mientras tamboreaba sus rodillas. Jill solo se sentó en silencio con la vista al frente.

Tras unos minutos de camino, la chica que oía música abrió los ojos y volteó al asiento de su derecha.

—Oh, disculpa, no te vi —expresó algo apenada mientras se quitaba los audífonos—. Hola, me llamo Kirby, y soy nueva —se presentó, extendiéndole la mano a su acompañante.

 Hola, me llamo Kirby, y soy nueva —se presentó, extendiéndole la mano a su acompañante

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—Hola, me llamo Jill. Es un placer conocerte, Kirby —respondió amablemente estrechándole la mano.

—Sí, lo sé, "Kirby", me llamo igual que un personaje de videojuegos. No te vayas a burlar —amenazó de manera bromista.

—Ok, no te preocupes por eso, Game Boy —ambas chicas se rieron.

-

Más tarde en clases, llegó el maestro Hudson; un señor mayor de unos 50 años con un gran tiempo trabajando en la escuela de Woodsboro. Él presentaría a las dos nuevas alumnas de su clase, las cuales eran Kirby Reed y Marnie Cooper. Tras la presentación, las chicas nuevas tomaron asiento y el maestro Hudson alistó todo para dar inicio a su clase de Ciencias Sociales.

—Bueno, muchachos. Hoy hablaremos sobre la familia y su importancia para nuestra supervivencia física y emocional —anunció el maestro.

Mientras explicaba todo sobre la familia, Jill no pudo evitar pensar en la suya. Nunca conoció a su padre, muchas veces se preguntó qué fue de él.

Por otra parte, estaba su madre; algunas veces había tenido la desgracia de oírla llorar, pero cuando ella le preguntaba qué le pasa, su madre solo se hacía la que no pasó nada. La mayoría de ocaciones, ella era sobre protectora. Muy posiblemente todo derivó desde la muerte de su tía, la hermana de su madre Kate.

Y claro, no podía olvidar a su famosa prima, y el hecho de esconder cualquier conexión con ella.

Entonces el maestro preguntó aleatoriamente por como estaban conformadas las familias de sus alumnos. El primero en preguntarle fue a un chico llamado Roger, este comenzaría hablando de su familia paterna, compuesta por él y sus dos padres masculinos. Ante esto, la clase rompió en carcajadas, cosa que al maestro no le pareció, y les comenzó a dar una breve lección sobre respeto y aceptación.

Jill: La Historia de "La Nueva Sidney" (SCREAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora