Capítulo 30: Sorpresa, Sidney.

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Oscuridad era lo único que se podía ver en ese lugar, y silencio lo único que se podía escuchar. No obstante, la luz volvió tan solo para mostrar a un amordazado Charlie en una silla, ubicado en el patio trasero de la casa de Kirby.

El aparente aterrorizado joven intentaba liberarse con inutilidad. Lo único que podía hacer era observar gracias a una puerta de vidrio a Kirby suplicando entre lágrimas con teléfono en oído. Era más que probable que Jill haya empezado con su macabro juego a lo Casey y Steve.

Los minutos pasaban como una eternidad, sin embargo, Kirby abrió la puerta y se dirigió apresurada a Charlie.

—Gané, Charlie, gané —dijo contenta, desatando a su amigo—

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—Gané, Charlie, gané —dijo contenta, desatando a su amigo—. Intentó vencerme, pero gané —ambos lograban observar a lo lejos una sombra entre los grandes arbustos—. Tranquilo, ya casi termino.

Ya desatado, Charlie se levantó de la silla a la vez que sacaba algo detrás de él.

—Kirby, este es mi movimiento —el muy sádico le enterró un cuchillo en el abdomen a la rubia. En pocos segundos, extrajo el objeto corto punzante y se acercó más a ella—. Cuatro años tomando clases juntos, ¿y recién te fijas en mí? ¡Estupida perra, es muy tarde! —le encajó una puñalada más.

 Cuatro años tomando clases juntos, ¿y recién te fijas en mí? ¡Estupida perra, es muy tarde! —le encajó una puñalada más

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Kirby chillaba de dolor, mientras que su atacante ya hasta parecía disfrutarlo.

—¿No pasa tan rápido como en las películas, verdad? —le susurró en el oído a su víctima.

Le sacó el cuchillo y caminó hacia la casa, dejando a la moribunda chica tirada en el piso, desangrándose. En eso, de entre los arbustos se asomó alguien.

—Bien hecho, mi amor —musitó Jill, colocándose devuelta la máscara.

Ella avanzó con cierta presteza hasta la entrada de la casa. Entró a paso silencioso, poniéndose en una esquina y observando como Charlie sometía a su prima.

—¿Dónde está Jill? —preguntó Sidney con cuchillo en el cuello.

—¿Crees que salga con vida? ¿Crees que alguien lo hará? —contestó con más preguntas el asesino.

Jill: La Historia de "La Nueva Sidney" (SCREAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora