Muichiro tosía mientras descansaba en su futón, llevaba puesto un pijama que le regaló Mitsuri en su anterior cumpleaños, era de color celeste pálido, le quedaba muy grande, sobretodo las mangas, que le tapaban las manos, lo especial del regalo es que llevaba una capucha con orejas que simulaban las de un gato. Hacía frío y el regalo era muy abrigado, se puso la capucha y se abotonó la prenda.
La noche anterior llovió como predijo, Genya tenía que ir hasta Shinobu pero no trajo paraguas, Muichiro tras insistir sin descanso le acompañó, compartiendo entre ambos el paraguas, hacia frío y acabó resfriándose, por lo que hoy se quedaría en su finca.
Genya buscaba al pilar de la niebla por todos lados, ayer le dijo que quedarían por la mañana en la finca mariposa, su lugar de encuentro, pero parecía que no había llegado.
-¿Se habrá olvidado?, se dijo a sí mismo, algo triste.
Pasaron las horas y todavía no llegaba, el cicatrizado se comía la mente pensando en que se había enfadado con el, pero no sabía porque, de repente oyó el graznido de un cuervo, levantó su mirada al cielo y vio a la mascota de Muichiro, era fácil de reconocer por sus largas pestañas y sus cuidadas alas.
Genya miró a su alrededor por si veía al pequeño azabache , pero estaba solo.
-¡Muichiro no está aquí idiota!, el cazador suspiró, se había olvidado del mal carácter que tenía con todos excepto con su dueño, está enfermo, me he pedido que te lo diga para que no te quedes esperando.
-¿¡Está bien!?, dijo preocupado, el Cuervo con el ceño fruncido, resopló.
- Resfriado por haberte acompañado, es tu culpa, Genya se empezó a sentir culpable, el animal tenía razón.
- Iré a su finca... tengo que ayudarle, dicho esto se dirigió fue hasta la residencia del pilar a paso rápido, siguiendo al ave de plumas negras.
La puerta estaba abierta, el chico entró sin tocar , seguramente estaría intentando dormir y no quería despertarle, abrió la puerta del cuerpo del pilar y se asomó en silencio.
Vio a Muichiro tumbado, soltando débiles quejidos mientras tosía enfermizamente, con una capucha ocultándole el rostro y con sus manos apretando la almohada. Genya le miró con pena, no parecía que fuese un simple resfriado.
Tocó la puerta para no asustar al contraria al verle entrar, Muichiro abrió los ojos pesadamente, al ver la figura del mayor sonrió levemente.
-Genya... no sabía que ibas a venir, hmm podrías enfermar también, será mejor que vuelas.
-Se te ve muy mal, me quedaré a cuidarte, no te preocupes por mi, se sentó a su lado y empezó a acariciar la cabeza del menor con amor.
- Gracias... te quiero, el más alto se sonrojó un poco.
-Y yo a ti, muchísimo, Genya miró más detenidamente la ropa del menor, se veía demasiado tierno, sobretodo por las orejas en la capucha, se preguntó de dónde sacó esa ropa, pero no le dio importancia, le pediría que lo llevara más a menudo.
Saco un paño de una pequeña bolsa que se trajó con los suplementos que necesitaría esa tarde, cogió una botella con agua fría y mojo el trapo, separó el flequillo del menor para acomodar el paño en su frente , el menor se quejó por el frío, pero se relajó al instante.
- ¿Te puedes quedar hoy a dormir?
-Lo que tú quieras, dijo con una sonrisa, lo que tú quieras...
A Muichiro le empezó a dar un ataque de tos, Genya rápidamente fue a darle golpes leves en la espalda preocupado por la salud contraria, pero el chico no paraba de toser, cada vez que oía el sonido de su enfermedad más se intranquilizaba, desesperado por no saber que hacer ante la situación. Le acercó el agua pero era incapaz de beber, debido a su poco tiempo para respirar.
El mayor no podía hacer nada y eso le enfadaba, se sentía inútil, quería ayudarle, quería cuidarle. La tos pareció parar, y los dos se relajaron, Genya rápidamente le abrazó temblando débilmente.
-¡Lo siento lo siento!
- No me va a pasar nada... y no me pidas perdón, esto no es tu culpa, levantó la cabeza del cicatrizado con delicadeza, dejándola a su mismo nivel, le sonrió con cariño, estás aquí aunque te puedas enfermar también, siempre me cuidas... te estoy muy agradecido.
Acarició las fracciones del mayor como si fuese un valioso tesoro, Genya besó los labios del pilar, aún sabiendo que se contagiaría.
- Genya si haces eso...
-No me importa, ya no, Muichiro apoyó su cabeza en el pecho contrario y acabó durmiéndose a los pocos minutos, Genya acaricia su largo cabello y de vez en cuando cambiaba el trapo, remojándolos en el agua. Se quedó despierto toda la noche, arropando el cuerpo del menor cuando se movía, tocando su frente para ver si la fiebre había bajado, abrazándole cuando veía que temblaba y acariciando su cuerpo cuando notaba que se iba a despertar, para así dormirlo de nuevo.
Capítulo más corto perooo más intenso jsmsjsm, como no me he desviado mucho del tema pero es que no quería hacer un one Shot entero hablando de un pijama MANKSNSKS, no era un kigurumi exactamente pero es que en esa época no existían y no sabía que hacer :,D, igual espero que les haya gustado✨
Gracias por leer!💕
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