13) Comiendo helado

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El calor había empezado derretir las capas de hielo en los lagos a causa de la primavera, que lentamente se aproximaba, la nieve desaparecía mojando las hojas en las cuales se apoyaba, los roedores y otros pequeños animales salían de sus madrigueras y los granjeros empezaban a preparar sus cosechas para el próximo invierno .

Muichiro miraba todos estos acontecimientos adormilado, apoyado en una columna de un parque, dando cabezadas y bostezando, manteniéndose despierto por culpa del hambre al no haber comido en todo el día, además quería ver a Genya, le echaba de menos, aunque antes le gustase estar solo, ahora que se había acostumbrado a la alegre compañía del chico, se sentía vacío cuando no veía su musculosa figura cerca, sus ruborizadas mejillas cuando era acariciado, su fina sonrisa cada vez que conversaban, sus brazos que solían rodear su cintura cada vez que se abrazaban, le gustaba todo de él, extrañaba todo de él.

Tam sumergido estaba en sus pensamientos no se dio cuenta de que su pareja, la cual le había estado buscando después de terminar una misión, se encontraba a su lado, Genya besó su mejilla a modo de saludo, haciendo que el otro diese un respingo ante el inesperado tacto.

-Ge-Genya, le miró con los ojos muy abiertos , no se esperaba la visita contraria, pero sus rostro sobresaltado cambió a una sonrisa casi al instante, dirigiéndose al cuello contrario para abrazarlo y besar sus labios.

- Siento haberte asustado, dijo al haberse separado del beso, el menor negó con la cabeza tranquilizando al chico. 

La barriga de Muichiro sonó, lo suficientemente fuerte como para que ambos lo oyesen, este se sonrojó, tapándose la cara con sus mechones, queriendo que la tierra le tragase. 

-¿Quieres comer?, preguntó su pareja apoyando la mano en su hombro, consolándolo. El más bajo afirmó con la mirada fija al suelo. Genya se sonrojó levemente ante la tierna imagen, tomó su mano para que no se perdiese y se dirigió hacia un puesto de la zona.

Genya fue a pedir mientras Muichiro esperaba en un banco que estaba cerca, aún algo avergonzado. El mayor volvió con dos polos de color blanco, iban pegados por un lateral y chorreaban un poco por abajo. El pilar no pudo evitar relamerse los labios, cuando estuvo enfermo no pudo comer helado, pero ahora que empezaba el calor y estaba sano, podría volver a tomar el dulce que tanto le gustaba.

-¿Como sabías que me gustaba el helado?, preguntó cuando se acercó.

-Te oí quejándote a lo bajo cuando Ubuyashiki no te dejo tomar helado por tu resfriado, Inosuke fue a la despensa e intento traerte uno pero Shinobu le pilló con dos polos en la mano y creyendo que se los iba a comer el los dos se los quito por avaricioso, Muichiro se rió levemente al recordar como su amigo volvió con las mejillas infladas hablando de cómo se vengaría de su figura materna, la Pilar del insecto, y de cómo al final fue a disculparse al haberle metido un perro en su habitación sabiendo cuánto los odiaba, Shinobu le perdonó, claro con esa sonrisa un tanto siniestra, y en este caso, algo asustadiza.

Después de reírse ambos, Genya intento separar los dos helados, con las manos temblando, cogió los dos palillos y tiró de ellos, cuando se dividieron uno se rompió, quedando así un polo entero con mitad del otro y otro solo quedaba la mitad. Se quedaron mirando la comida unos instantes.

-Hmm, no sabía que podía pasar eso, dijo mirando fijamente su desastre.

Se acercó a su pareja y le ofreció el polo entero antes de que se derritiese, o peor, que por su torpeza se cayese.

- Pero Genya ,tu lo has comprado.

- No pasa nada, le dijo sonriente, tú tienes más hambre que yo. Muichiro aceptó, con las mejillas algo teñidas ante la amabilidad contraria.

Cuando se acomodaron en un parque al que solían pasear, empezaron a comer pacíficamente, sin nadie a su alrededor para molestarles.

Genya estaba todo menos tranquilo, la imagen del pilar lamiendo el helado, intentando que no cayesen gotas, metiéndoselo en la boca con esfuerzo al no caberle por completo, era demasiado para el. Su hermano le había metido pensamientos muy indecentes nada más consiguió pareja, y como no, Sanemi siempre conseguía lo que quería, y ahora no era ni siquiera capaz de ver al joven tomar un polo.

-Se te va a derretir, comentó Muichiro, algo confundido al verle tan rojo por ninguna razón aparentemente.

-Ah, ya-ya voy, dijo intentando centrar su mente en otra cosa, Genya terminó mucho antes al ser el que tenía la parte más pequeña, aparte de tener una boca más amplia, y un estómago que no se solía saciar. El más bajo observó como el cicatrizado se quedaba quieto sin nada que comer, miró su parte de helado, tubo una idea.

Mordió la parte sobrante del polo, la mantuvo entre sus dientes y se acercó a los labios del mayor, sin decir nada le besó, haciendo que el otro se ruborizase, pasó el frío trozo desde su lengua a la boca del otro, se separaron dejando un hilo de crema entre ellos, en una imagen nada santa.

Genya tenía los ojos abiertos como platos con la boca abierta y el corazón palpitando rápidamente. Muichiro no pudo evitar reírse, divertido por la expresión del otro, que estaba en shock.

Le miró con los ojos húmedos de tanto reírse, y con las respiración agitada.

Genya se esforzó por tragarse el trozo de helado que anteriormente estaba entre los blancos dientes del pilar, y al pensar en eso, su expresión pasó de rosada, a rojo puro, atragantándose con la comida.

Muichiro le empezó a dar golpecitos en la espalda mientras el otro tosía, cuando se calmó se miraron con amor.

-Gra-gracias por la comida, el menor no se esperaba eso de Genya, sonrojándose un poco.

-Es un placer si te puedo alimentar, dijo siguiéndole el juego.

Acercaron sus rostros, para comenzar un beso algo ansioso después de tantos juegos y provocaciones, Muichiro acariciaba las breas del cabello contrario, apretándolas suavemente. Genya acariciaba su espalda, pasando sus dedos por su columnas vertebral, la cual se arqueaba ante el tacto, reacción que amaba.

Muichiro jadeaba ante las caricias y la lengua del mayor, que se movía entre sus recovecos con rapidez, ya no eran esos besos inexpertos que eran dados con timidez, los dos aprendiendo en poco tiempo a base de práctica, mucha práctica.

 Volvieron acaramelados a la finca mariposa, entrelazando sus dedos con fuerza, llevaban unos días sin verse, pero para ellos fue una eternidad, ahora que se habían juntado de nuevo, no se separarían a no ser que fuese necesario, esos días eran para ellos, para cuidarse.







Siento haber tardado tanto AA, estuve en un lugar sin wifi y no pude escribir, lo siento mucho 😔.

Este cap por lo menos está relacionado con el tema que se dice jsnsksms, me gusto un poco así que estoy contenta 👌🏻✨

Gracias por leer!💕💕

Gracias por leer!💕💕

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Yanagi~




30 Days of GenmuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora