30 Days of Genmui

25)Mirándose a los ojos

Genya tallaba la espalda de Muichiro con el jabón delicadamente, era muy fina conparada con la suya, y a pesar de ser un pilar y luchar contra demonios, no tenía ninguna cicatriz. Se alegro mucho de estar detrás suya ya que su rostro no estaba en su color natural.

El menor entrecerraba los ojos ante el agradable tacto, sujetaba su cabello para facilitar el trabajo del cicatrizado, a él también le gustaba lavar la espalda de Genya, pero siempre que lo hacía se ponía muy raro, así que dio por entendido que no le gustaba tanto,claro que el pilar no sabía que simplemente se ponía muy nervioso porque solía pegar su cuerpo sin darse cuenta a la espalda  de este y en plena pubertad, no le sentaba muy bien y era difícil esconder "eso" mientras se bañaban.

Mojó su espalda, quitando los restos de jabón que quedaban es su piel, Muichiro sonrió al notar el agua caliente fluyendo, cayendo también por sus piernas y mojando su nuca.

Ambos se metieron a la tina, Genya fue primero, esperando a que el menor se pusiese delante suyo, pero a su sorpresa, se acomodó en su espalda, prácticamente tumbadose.

-Pronto tendré 16..., habrá unos meses que tendremos la misma edad, Genya afirmo algo confuso, intentado entender las indirectas. A esta edad la gente... ¿suele hacerlo?

Hacerlo, ¿a qué se refería con hacerlo?, ¿qué hacían las personas a esa edad?

-¿A que te refie-, recordó las palabras de su hermano sobre su poca vida sexual y se ruborizó, s-si supongo.

Muichiro dudo un poco, hacía tiempo que pensaba que quería que su primera vez fuese con Genya, hace dos años no hubiese estado preparado, pero se veía listo, lo había reflexionado y quería dejar de ser esa persona inocente que era, Inosuke ya lo había echo y también tenía 16, ¿porque él no podría?

Bajo la cabeza, -y-yo quiero hacerlo... , Genya estaba apunto de un paro cardíaco.

-¿A-ahora?, Muichiro se ruborizó, y se giró de golpe.

-¡Claro que no!, ¡cuando cumpla dieciseis!, ¿como lo vamos a hacer en una bañera...?, se escondió en el pecho del mayor avergonzado.

Genya se alegró de que su pareja no tuviese un hermano que le contase todos los sitios donde se pudiese hacer sexo, prefirió mantener su inocencia.

-¡Ah soy un idiota lo siento!, Muichiro río levemente, eso calmó la tensión del momento. 

Eso significaba... que ya sabía el regalo de cumpleaños del menor.

Muichiro esperaba en el jardín después del baño, llevaba un yukata blanco algo transparente, pero no en exceso, miraba la luna, la cual dirigía las almas a un lugar seguro con su luz, adornaba el manto negro del cielo con ayuda de las estrellas, que iluminaban los paseos y bosques. El viento movía su cabello aún húmedo , soplándole con cuidado, intentado no despeinarle. Sentado cerca de la poza, mirando como los peces movían sus aletas rozándose entre ellos, sacando su cabeza desesperados por conseguir los trozos de pan que tiraba el pilar.

De repente notó una caricia en su mejilla, se giró y vio a su pareja mirarle com cariño.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?, preguntó sorprendido, con los ojos grandes.

-Solo un poco, sonrió. Muichiro puso su mano en la cara del mayor, rozando sus cicatrices, desagradables, ¿cierto?, comento, refiriéndose a sus heridas, tenía una sonrisa melancólica.

Muichiro le miró desconcertado.

-Pero... si no lo son, al menor no le cabía el la cabeza el echo de que pudiesen ser feas en ningún sentido, nuca las vio así.