23)Discutiendo

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Había muerto por su culpa , era normal que se hubiesen enfadado con el, si tan solo hubiese llegado antes, si no se hubiese entretenido hablando con Genya, si hubiese corrido más rápido, la podría haber salvado. Se merecía esos golpes, esos moretones, los cortes hechos con vidrio le escocían, sus piernas que no se habían recuperado de la batalla anterior, al haber vuelto a recibir daños, se había roto de nuevo. Se podría haber defendido, pero se lo merecía, y tampoco podía herir a nadie que no fuese un demonio, si se hubiese defendido le podrían echar del cuerpo caza demonios, era mejor esas heridas a lo anterior. 

Llegó a su finca, el camino se hizo muy largo, se tiró a su futón sin haberse desinfectado los cortes o quitarse la sangre seca, estaba cansado, la noche le invitó a dormir.

No supo cuántas horas habían pasado, pero cuando se despertó era medio día, tenía su cuerpo vendado, a su lado se encontraba Genya.

-¡Muichiro!, ¿Que te ha pasado?, tenias cristales en la piel, y muchos golpes, no parecía de demonio..., el Pilar se intentó incorporar, pero sus huesos agarrotados se lo ponían difíciles.

-Digamos que me metí en una pelea..., Genya le miró con los ojos muy abiertos, el menor nunca se metía en problemas a no ser que fuese necesario.

-¿Porqué?, ¿quien te hizo eso?, se acercó a el, tomándolo de los hombros.

-Fue mi culpa... no se quienes era, pero no importa, no te preocupes, dijo cabizbajo.

-¿¡Como no me voy a preocupar!?, llego y estas sangrando en el futón lleno de cristal, por favor.... tienes que decirme que ha pasado,  Muichiro mordió su labio, no quería admitirlo, no quería contar sus fallos, pero sabía que tenía que hacerlo, Genya no le dejaría hasta que lo contase.

-No llegue a tiempo, abrazó sus rodillas, escondiendo su rostro en estas, había un demonio, eran una familia, dos hermanos y su hermana menor, yo me entretuve hablando contigo y no fui tan rápido, creí que no sería un demonio muy fuerte..., llegue justo para ver cómo se la comía, si hubiese llegado tres segundos antes..., apretó las palmas de sus manos, los hermanos se enfadaron, estaban mal, su hermana menor acababa de morir y se desahogaron conmigo, supongo que si tenía la culpa, ellos no la podía salvar, y yo no hice mi trabajo bien.

Se quedaron en silencio, Genya no sabía que decir, obviamente no era la culpa del menor.

-Muichiro... no puedes salvar a todos, no te merecías nada de lo que han hecho esos hombres, y no te deberías sentir culpable, tendrías que mirar toda la gente que has salvado, Muichiro se levantó de la cama con esfuerzo.

-Yo... lo siento, se fue de la habitación, no estaba de humor, y aunque el cicatrízalos siempre le animase, quería estar solo, lo necesitaba.

Arreglo las vendas que le puso Genya, las miró con algo de cariño,  se sentía algo mal por haberse ido así, su pareja le cuidaba mucho y entendía que se preocupase por el, pero no entendía las responsabilidades que conllevaban ser un pilar.

Aunque su cuerpo estuviese en pésimas condiciones no iba a descansar, tenía que entrenar, aumentar sus habilidades y salvar todas las vidas que pudiese cargar. Se alejó a los frondosos bosques, no volvería hasta que se hiciese fuerte.



Un tosido hizo que liberase la sangre que guardaban sus cansados pulmones, miro el líquido rojo en sus manos al haberse tapado la boca con estas.

-Hace mucho que no me pasaba esto... pensó, recordando esos entrenamientos intensivos en sus primeros meses como pilar, donde no dormía, solo entrenaba, toser sangre era el pan de cada día en esos entonces.

30 Days of GenmuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora