30 Days of Genmui

17)Cuchara/Acurrucarse

Ubuyashiki se despidió de los pilares con la amable sonrisa que le caracterizaba, estos se arrodillaron ante el, mostrándole su respeto. Los nueve cazadores se quedaron en el patio de la mansión, hablando entre ellos.

Muichiro miraba las nubes, oyó unos pasos que se acercaban hacia el, a su lado se encontraba el pilar del viento.

- Ven conmigo, el azabache dudó un poco, pero sabía que Sanemi era de confianza, se llevaban bien entre ellos, solían entrenar juntos, y aunque la mayoría de pilares, y cazadores en general, pensasen que era un gruñón agresivo, podía llegar a ser bastante amable y algo protector.

Estaban en el otro lado de la casa, el mayor se sentó en el tatami, Muichiro le imitó.

-Hmm,¿pasa algo?, Sanemi suspiró, no sabía muy bien como explicarlo.

-¿Como va todo con Genya?, el más bajo le miró sorprendido.

-E-e bien, ¿por qué?.

El pilar del viento cruzó sus piernas, y apoyó su cabeza en su mano derecha,-Mi hermano puede ser un poco imbécil, Muichiro río un poco, le gustaba la relación de los dos hermanos, se insultaban mucho entre ellos pero sabía que se tenían cariño,- no creía que estuviese preparado para una relación hasta dentro de unos años, hubo un tiempo en que decía que enamorarse era estúpido, parece que los dos estuvimos equivocados.

Muichiro estaba confuso, -¿no creer en el amor?, ¿como que no estar preparado?, Sanemi le miró  y pensó un poco, no debería contar sobre el pasado de Genya sin su permiso, pero era su pareja, no le importaría mucho. 

-Tu no conociste a Genya antes, era más... como yo, bastante agresivo y no le importaba pegar a la gente aunque no le hubiese hecho nada, Muichiro se le quedó mirando con los ojos bien abiertos, le sorprendía que el amable y tímido de Genya fuese así, aunque con Inosuke o Zenitsu fuese menos amistoso, y peleasen de vez en cuando, nunca haría eso con un desconocido en la actualidad. El decía que enamorarse no tenía sentido y solo era una pérdida de tiempo que podía usar para entrenar o algo más útil, estaba esperando que cambiase, la adolescencia hizo gran parte, se empezó a avergonzar cerca de chicas y ya no les pegaba, y a los hombres les tenía más respeto, y sin duda tú le hiciste crecer como persona enormemente, te lo agradezco mucho.

Muichiro se quedó callado, procesando la información, - No creo que yo haya hecho mucho... simplemente me enamoré..., Sanemi acarició su cabeza.

- Tú no lo entenderías pero, le has cambiado, a mejor, se levantó y se fue, dejando al menor aún confuso, pero algo alegre.

Muichiro corría por los campos de girasoles, el atardecer iluminaba sus mechones azulados que volaban por el viento, sus pies descalzos pisaban la seca tierra y sus manos cargaban sus sandalias rotas, llegó a su hogar, abrió la puerta rápidamente, entró en la casa buscando con la mirada al chico cicatrizado, le dolía el pecho de tanto correr y le costaba respirar, pero por fin estaba allí.

-¿Muichiro?, Genya se encontraba sentado en el suelo, vendándose heridas que aún sangraban manchando las tablas de madera, cargaba unas grandes ojeras debajo de sus ojos, ropa machada y más cicatrices que antes.

El menor se lanzó a los brazos del otro sin importarle si la sangre manchaba su tersa piel.

- Siento haber llegado tan tarde, se separó con cuidado de no hacerle daño, m-me había olvidado..., en esos momentos odiaba su amnesia más que nunca, si no fuese por esa horrible  enfermedad podría haber llegado antes y haber ayudado a Genya con sus heridas, el cual estaba tan cansado que parecía que se iba a caer en cualquier momento.