Capítulo 12

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Las fiestas no son lo mío.

Era una fiesta de recaudación de cursos pero seguía siendo eso: una fiesta. Ginger estaba súper  emocionada con asistir y eso me alento a que viniera. Pero lo que más me alento fue que Jair me haya invitado. Lo he estado buscando entre mis compañeros y no lo veo, grupos por aquí y por allá pero en ninguno está él.

—Iré a buscar algo para tomar— grita Ginger.  La música estaba a todo volumen y nos obligaba a alzar la voz para que alguien nos escuche.

Antes de contestar ella desaparece ante la multitud. Ubico el grupo de amigos de Jair y en medio de ellos está Saúl, pero nuevamente no estaba él. Su amigo me mira y se acerca a mi.

— ¡Samy! — me jala y me abraza fuertemente — No esperaba que vinieras — nos separamos y le sonrío.

—  La fiesta no está mal, creo que un poco de diversión no le cae mal a nadie.

Él choca los puños conmigo y observa alrededor.

— ¿Ginger no vino contigo?—con razón se acercó tan amable.

— Se fue por algo de beber— apunto hacia donde se vendía las bebidas  — Deberías ir a saludarla  — le guiño el ojo.

Sonríe dudando si ir o no y cuando vuelve a mirar hacia Ginger,  la adoración es obvia y probablemente yo sea así o peor cuando miro a Jair.

Me dan ganas de orinar y es raro porque aún no he tomado nada, así que por último vuelvo a alentar a Saúl para que vaya junto a mi amiga y lo veo alejarse. Salgo del medio de la multitud y saludo a algunos conocidos y a algunos profesores que estaban merodeando para que nada se salga de control.

El pasillo que lleva hacia el baño está un poco oscuro y solitario. Cuando voy a dar vuelta hacia la derecha para entrar al baño, escucho una risa que se me hace conocida.

Esa risa es de Jair y paro en seco cuando lo veo, porque no está sólo, está con Monserrath.

Ellos estaban hablando muy cómodamente frente a frente. Además se nota a leguas que Monse estaba coqueteando con él. Jair se veía demasiado cómodo a lado de ella y la atracción entre ellos era demasiado notoria.  O eso es lo que yo pienso porque aunque yo misma lo escuché aclararle a Monserrath que ya no sentía nada por ella, la cercanía que observo entre ellos me hace dudar.

Ella se acerca provocativamente hacia él, envuelve sus manos alrededor de su cuello e intenta besarlo. Entrecierro los ojos detallando la escena, me preparo para presenciarlo, mi oído comienza a zumbar ante la ansiedad que provoca la escena, pero él la aleja amablemente y niega.

Noto que le dice algo pero no logro oír, la cara de Monserrath se transforma de rabia pura , lo empuja y camina enojada hacia el pasillo contrario.

Un alivio recorre mi cuerpo al ver que no se besaron y el que lo impidió fue Jair. De pronto camina hacia mi dirección y yo disimulo que apenas venía llegando hacia el pasillo. Él me ve y me sonríe amablemente.

Como si su cercanía no provoca un terremoto en mi cuerpo él sonríe de esa forma tan encantadora.

— Por un momento pensé que no vendrías, señorita — habla en un tono burlón.

— Pues no pensaba perderme la fabulosa vuelta que daremos tú y yo.

— Excelente elección —  me guiña el ojo.

— ¿Compramos algo para tomar antes?— ofrezco.

— Parece que unas personitas ya nos hicieron ese favor— apunta detrás de mi y doy la vuelta confundida.

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