⤐ Capítulo 25.

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Miércoles 6 de Junio, 2018.

Los pajaritos cantaban, el sol se asomaba lentamente mostrando todo su esplendor y la máxima de ese día sería 28° una temperatura ideal para una primavera. En una cama cualquiera un pequeño moreno con cara de pudú dormía tranquilamente.

O casi.

--Hyuck… Hyuck~ psst, Hyuuuck --escuchaba los susurros en su oído pero que no eran lo suficientemente fuertes como para despertarle hasta sentir bastante peso sobre su cuerpo--. ¡Feliz cumpleaños! --el grito fue lo que definitivamente le hizo abrir sus ojos de golpe al igual que volver a cerrarlos por la fuerte luz que entraba por la ventana.

Mark se quitó de encima y el moreno percibió el aroma a cera de vela, abrió sus ojos lentamente viendo que junto a su cama no sólo estaba Mark sosteniendo una bolsa, sino que a su lado estaba Johnny sosteniendo un pastel con velas encendidas y Yuta con el teléfono filmando todo.

Todo bien, una sorpresa preparada pero Donghyuck se quiso morir cuando empezaron a cantarle la canción clásica de “feliz cumpleaños”, se mantuvo oculto entre sus mantas apenas asomando sus ojitos ¿Qué más podía hacer? Nadie ha hecho un manual sobre qué hacer cuando te la cantan, ¿Debía mirar algo? Era más fácil disimular estando oculto por lo que apenas acabar se sentó en la cama dejando que Johnny acercara el pastel para que soplara las velitas.

--Debes pedir tus deseos --le recordó el japonés que seguía filmando la cara de sueño y el cabello despeinado del festejado.

La verdad es que desde hace años no pedía ningún deseo, aún cuando podía pedir que su mamá regresara a casa o pedir que su papá fuera más empático jamás lo hizo. Las sopló para luego escuchar dos pares de aplausos, sonríe avergonzado ya estando más despierto y ve como Mark quitaba las velas ya apagadas.

--¿Qué hacen aquí? ¿No es muy temprano? --pregunta confundido mientras se peinaba el cabello con las manos haciendo un inútil intento de bajar sus mechones más rebeldes.

--Queríamos ser tu primera sorpresa del día --Johnny no había dejado de sonreír en ningún momento y es que se le hacía muy tierno ver a su pequeño novio despertando aún cuando ya lo había visto así otras ocasiones--. Feliz cumpleaños bebé --susurró cariñosamente y dejó un pequeño beso en su frente.

Mark le entregó una caja que venía dentro de una bolsa, al abrirla había un pequeño mouse para la computadora y una carcasa para su consola de Nintendo.

--Juegas mucho y el otro mouse ya lo rompiste --le desordena el pelo--. Pero con esto te pido que no te quedes jugando hasta las 2 am, necesito dormir cuando puedo hacerlo.

--No prometo nada --le lanza un beso volador con un pequeño guiño de ojo.

Yuta se apresuró en darle una bolsa que en su interior contenía distintos dulces japoneses.

--Hay algo más al fondo --señala a lo que Hyuck mete la mano rebuscando entre los dulces, encontrando una bolsita de tela que dentro tenía bolsitas de papel que contenían semillas de distintas flores y plantas--. Dudo que aquí puedas plantar algunas pero algún día tendrás tu propio jardín con flores.

--Cuando tenga mi jardín te haré mi esclavo jardinero para compensar lo de las cajas.

Johnny carraspeó pero aquello pareció más una señal, a lo que Mark y Yuta abandonaron el cuarto rápidamente e hicieran que la curiosidad invadiera al pequeño pudú al estar solo tan de repente con su pareja.

--Creo que es mi turno --le sonríe dulcemente y deja la tarta sobre la mesita de noche para luego tomar su mochila, sacando unas carpetas que Hyuck reconoció de inmediato como vinilos.

❀~ La Vie en Rose ~❀~ JohnHyuck ~❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora