𝐖𝐡𝐨 𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮?

𝟶𝟷𝟷

- Te he dicho muchas veces, que no me busques para eso. - Hablo San con voz suave.

- Oppa, por favor. - Hyuna se encontraba llorando.

- Hyuna, no volveré a hacerlo. ¿Por qué no le dices a Dawn?

- Dawn ha tenido muchos problemas. No quiero preocuparlo más. Por favor, ayúdame.

- Hyuna-... - Se detuvo en seco, al ver la mirada llena de tristeza de la chica. - No quiero ir a la cárcel de nuevo.

- No lo harás, lo prometo. La vez anterior hu- hubo un pequeño error. Por favor, te juro que esta será la última vez.

San suspiro rendido. - Esta será la última vez.

No supo en qué momento, se encontraba tirado en el suelo, mientras era abrazado con fuerza por Hyuna.

- Muchas gracias, enserio gracias.

- Ya no llores, yo me encargo. - Se levantó cuando Hyuna dejo de abrazarlo.

- ¿Qué puedo hacer para recompensarte?

- Ven mañana a la fiesta, trae a Dawn. Es lo único que te pido, vengan preparados, tengo un muy mal presentimiento.

- ¿Estás seguro? - Hyuna se sentó frente al escritorio.

- ¿Alguna vez me he equivocado? - Hyuna negó. - Presiento que algo malo pasara mañana. Hay que estar preparados.

- Esta bien. Me iré ahora, ten un buen día. - Se levantó y caminó hacia la puerta, pero San la detuvo.

- Espera. - Agarró el teléfono y lo colocó en su oreja.

- ¿Si, señor? - Se escuchó la voz del chico que buscaba.

- Ven a mi oficina, ahora. - Dicho esto colgó.

Pasaron unos minutos hasta que la puerta se abrió dejando ver a un chico alto, delgado, con cabello negro. Este se acercó al escritorio de San e hizo una reverencia.

- ¿Necesita algo, señor? - Pregunto Soobin, con voz suave.

- Dile a mi chofer, que lleve a la señorita hasta donde ella le diga. También, envía a dos de mis guardaespaldas.

- Entendido señor, ¿Algo más? - San negó. - Entonces me retiro, con su permiso. - Se volteo hacia Hyuna. - Señorita sígame, por favor.

- Gracias, San. - Este asintió con una leve sonrisa.

[...]

- ¿A dónde vamos? - El pelirrojo llevaba aproximadamente una hora manejando y Yeonjun no tenía idea de hacia dónde se dirigían.

- Ya verás.

- Me duele el culo de estar sentado por tanto tiempo.

- Te duele el culo por estar sentado, pero no te dolía para follar tanto con San, ¿Verdad?

- ¿Y tú cómo sabes todo eso? - Yeonjun abrió los ojos de par en par, sorprendido.

- Tengo mis contactos.

- Okey, ya me estás dando miedo. - Yeonjun fingió un escalofrío. - ¿Falta mucho?

- En realidad, ya llegamos. - Estaciono el auto, frente a una casa antigua.

Era una casa pequeña, de color café, un tanto desgastado, le daba una apariencia tenebrosa. Los dos chicos bajaron del auto y se adentraron a la casa. Mark iba al frente caminando directamente hacia la sala de estar, ahí se encontraba un chico con el cabello largo, color castaño oscuro. El chico al ver a Mark, sonrió y se acercó a él.

- Mark. - Abrazo al nombrado y susurro en su oído. - ¿Lo trajiste?

Mark asintió, se separó del abrazo y se acercó al chico peli azul.

- Yeonjun, te presento a Lim Jaebeom​. Jb, el es Yeonjun, necesita que le hagamos un favor.

- Claro, bienvenido. Siéntete como en casa. - Sonrió. - Mark, sígueme.

El pelirrojo siguió a Jb hacia otra parte de la pequeña casa, asegurándose de que Yeonjun no los viera, abrió una puerta que los llevaba directamente hacia el sótano, en el cual había pequeñas celdas, cajas con armas, recargas y todo tipo de cosas que un mafioso necesita.

- Está todo listo, ¿Verdad?

- Claro que está todo listo, no podemos cumplir con la misión sin tener todo listo.

- Ok, ¿Qué quieres que haga?

- Reúne a los demás, mañana tenemos una fiesta a la que asistir .