𝐖𝐡𝐨 𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮?

𝟶𝟹𝟺

- Woo... - San se volteó hacia la puerta, encontrándose con su novio y todos los chicos, incluidos Byeongkwan, mirándolo con terror.

Y es que era entendible, es decir, ¿Quién en su sano juicio, asesinaría a su propio padre?, sin decir una palabra se levantó del sofá, tomó entre sus brazos el cuerpo de Siwon y salió de la casa, pasando por al lado de todos.

Se subió a una camioneta, dejando atrás todo el sufrimiento, las miradas aterradas de las personas que alguna vez confiaron en él y sabía que, de ahora en adelante, estaba solo y siempre lo estaría, sin importar las veces que alguien le dijera que podía contar con ellos.

Condujo hasta un lugar demasiado alejado de la ciudad, donde con valor o simplemente con desinterés e ignorancia, se desvió de la carretera y se estrelló contra un poste de luz, al ser de noche no había autos recorriendo el lugar, por lo que sería más fácil llevar a cabo su plan.

Con su cuerpo adolorido y con su cabeza sangrando, salió del auto a duras penas, sacó su celular y lo llamó, ese estúpido peli azul que sólo le daba problemas, era la única persona a la cual se le ocurrió recurrir en ese momento, además no pensaba llegar a casa a esas horas sabiendo que todos lo deben estar esperando, por lo que le pidió a Yeonjun si podía quedarse en su casa por algunos días, obviamente, este aceptó inmediatamente.

En ese momento había perdido la cabeza, cambió el cuerpo de Siwon al asiento del conductor, se dirigió hacia el maletero y sacó un bidón de gasolina, que rocío sobre el auto y el cuerpo del mayor.

- Como tu decías: "Tu dolor, es mi placer."

Y con eso, encendió un fósforo y lo lanzó contra el auto, encendiendolo al instante. Comenzó a caminar en el sentido contrario, perdido en sus pensamientos, sintiendo como el dolor y la adrenalina se mezclaban con su cuerpo, siendo calmados por la lluvia que habia comenzado, al ser de noche no veía hacia dónde se dirigía, pero tampoco era como si le importara.

En eso, lo vio y no supo si era por el licor que aún se encontraba en su sangre o por puro impulso, pero corrió hacia él, corrió como nunca creyó hacerlo, lo jalo del brazo y lo besó, lo besó aún sabiendo que estaba mal, aún sabiendo los problemas que eso conllevaría.

- S- Sannie. - El chico jadeo contra su boca.

- Llévame a casa, te necesito.

Volvió a besarlo y está vez, el peli azul correspondió.

[...]

- Escuche que Choi San acaba de asesinar a su padre. - Jb alzó la vista tras lo dicho por Mark.

- ¿En serio?

- Si, me lo dijo Yeonjun y también me dijo que San fue corriendo a sus brazos, como un cachorrito. - Dijo con falsa ternura. - Es nuestra oportunidad, ¿Cuándo planeas hacerlo?

- Ten paciencia. Dejemos que Yeonjun decida, por ahora dejemoslo disfrutar a su chico, antes de que le toque decir adiós.

[...]

" - Sannie hyung, te amo."

" - ¿Dónde estás, Sannie?"

" - ¡¿Qué haz hecho, San?!"

" - Esto se acabó, Choi San."

" - Dile adiós a tu novio, San."

El peli negro desperto exaltado, ese había sido sueño más extraño que ha tenido. En ese sueño, sólo se escuchaban voces, se sintió mareado al escuchar su nombre tantas veces, pudo reconocer la voz de su pequeño Wooyoung, pero ¿De quién era la última voz?

Sintiendose completamente perdido, se volteo en la cama, buscando el calor del cuerpo de su pequeño novio, pero el chico que se encontraba desnudo a su lado no era su pequeño rubio, no era el amor de su vida, si no que era el maldito peli azul que lo sacaba de sus casilla, el estúpido chico que buscaba destruir su relación.

Aún más mareado, se levantó de la cama dándose cuenta de que el también estaba desnudo, no había que ser inteligente para saber lo que había ocurrido, pero de verdad le costaba recordar todo con detalle. Al ver la hora y darse cuenta de que eran las 6 de la mañana, decidió irse del lugar, no sin antes darse un ducha fresca y rápida, cuando sintio el agua fría en su cuerpo comenzó a recordar.

Recordó a Siwon, su cuerpo dentro del auto, el auto incendiandose, recordó el como besó a Yeonjun, recordó como llegaron a la cama, recordó todos y cada uno de los besos, gestos, las palabras que él menor le dedicaba y no pudo evitar sentirse una mierda, una mierda al pensar que en esa situación debería encontrarse Wooyoung, que todos esos besos, caricias, palabras de cariño, deberían ir dedicadas a Wooyoung.

Antes de salir de esa casa, le dejo una nota a Yeonjun agradeciéndole por haberle prestado su auto, cosa que en realidad no hizo, pero no habría porque explicar eso. Se dirigió a su casa, suponiendo que todos estaban dormidos, cuando llegó y estacionó el auto del peli azul, se dio cuenta de que todos sus autos no se encontraban en su respectivo lugar.

Okey, luego vería a quien debía matar, por ahora su prioridad era verlo, ver que tan dañado estaba por su culpa, ver si se arrepentía de sentir amor por él. Se dirigió a su habitación, ya que supuso que el rubio se encontraba allí y atinó, el pequeño y frágil Wooyoung se encontraba acostado sobre la cama, abrazando la almohada que él solía utilizar, con sus ojitos hinchados y con leves temblores por el frío, pero aún así se veía realmente hermoso durmiendo.

Sintiendo la opresión en su pecho al verlo de esa forma, se acercó a la cama y lo cubrió con la ropa de cama, dejándo solamente su carita angelical a la vista, dejó un pequeño beso en frente, congelandose cuando el rubio se acomodo y abrazó su cintura.

- S-Sannie hyung, t- te amo.

- Lo siento, mi amor. Te fallé, no merezco tu amor, no merezco que ames... A un monstruo. - Susurró.