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- No puede ser. ¿San? - Siwon aún no se convencía de lo que veía.

- Me alegro volver a verte después de tanto tiempo, padre. - San mantenía esa sonrisa superficial.

- ¿Co-cómo lograste escapar de e-ese incendio?

- Me encantaría decírtelo, pero no vine a hablar de eso. Dime, ¿Aceptas mi propuesta? - El silencio reino en el lugar, por lo que San se levantó del asiento y caminó hacia la puerta. - Creo que mejor hablaré con otras mafias. - Antes de salir, la voz de Siwon lo detuvo.

- Acepto.

[...]

Hongjoong se dirigía hacia la sala de interrogación cinco minutos tarde a lo acordado. Era escoltado por un guardia para que no se metiera en problemas. Al llegar a la sala, el guardia le quito las esposas y abrió la puerta. Se llevó la sorpresa de ver a siete personas dentro, sentados en la gran mesa del centro y antes de que pudiera reaccionar sintió como lo guiaban hacia el centro de la sala, a la vez que cerraban la puerta.

- Llegas tarde. – Hablo Wooyoung, luego de un incomodo silencio.

- ¿Crees qué me importa? - Alzó una ceja al ver la sonrisa de Wooyoung.

- Ahí está el Hongjoong que conozco. Un gusto volver a verlos, hyungs.

Los mayores sonrieron y Hongjoong tomó asiento, para su mala o buena suerte, le tocó sentarse al lado de Seonghwa. Pero, no le tomo importancia.

Luego de un rato en la que se formó un bullicio entre los prisioneros que no se veían después de tanto tiempo, Wooyoung por fin se dignó a confesar por qué los había citado a todos.

- Se preguntarán porqué están aquí. ¿Verdad? – Todos asintieron. – Bueno, la cosa es simple, hay un nuevo caso, un tanto peligroso, pero con una gran recompensa. Es por eso que necesito al mejor equipo, que solo ustedes y yo conocemos. Se que dejaron la mafia y se prometieron nunca volver a participar de una después de lo ocurrido con.... San. – Todos bajaron la mirada. – Pero, a pesar de eso, se que no me van a defraudar. Es por eso que les pregunto, ¿Quieren ser parte de la nueva mafia ATEEZ y Jackson? – Todos rieron y el último mencionado lo miro raro.

- ¿Qué tipo de nombre es ese? – Wooyoung lo miró y sonrió divertido.

- Uno que se me acaba de ocurrir. – Se encogió de hombros. - ¿Aceptan?

Colocó una mano en el centro de la mesa, esperando alguna reacción de los demás.

- ¿Hay alguna condición? – Pregunto Yunho con una voz más ronca de la que todos recordaban.

- Jongho, ¿Me harías los honores? – El menor de todos asintió.

- La condición es: Nuestra muerte o nuestra libertad.

Se formo un silencio sepulcral, los chicos se miraban entre ellos. Jongho, Yeosang y Mingi, se colocaron al lado de Wooyoung, indicando que ellos habían aceptado el trato. Solo faltaban Yunho, Hongjoong, Seonghwa y Jackson.

- Necesitamos tiempo para pensarlo. – Wooyoung solo se limitó a asentir.

Luego de un rato uno a uno fue poniéndose de pie y se colocaron al lado de Wooyoung, aceptando por completo el trato. El único que faltaba para que el equipo estuviera casi completo era Hongjoong. Este dudaba, ese plan tenía cosas tanto buenas como malas y tenía miedo, demasiado miedo, de volver ha repetir lo de hace cuatro años, de herir a sus amigos, de herir a Seonghwa. Pero, al fin y al cabo, termino aceptando, teniendo un nuevo objetivo. Proteger a Seonghwa.

[...]

- Oh...Dios.... San. – Gemía Yeonjun cada vez que el miembro del pelinegro tocaba su próstata.

Aún no podían creer cómo llegaron a esto, aunque no era la primera vez. San había llegado un poco frustrado de la casa de su padre, Yeonjun como siempre, entraba a la oficina del pelinegro, mayoritariamente para molestarlo, pero esta vez fue diferente.

Al momento en el que Yeonjun se sentó en el regazo del pelinegro, este se lanzó contra él, besándole el cuello con deseo. Yeonjun solo se dejó llevar y aquí estaban.

Teniendo relaciones en el escritorio de la oficina de San. Esta era la única parte de esa gran casa en la que no había cámaras, sin contar las habitaciones y los baños. Cuando ambos llegaron al orgasmo, San salió del interior del menor, se acomodo la ropa y salió de la sala, dejando al chico totalmente solo.

Este se vistió en tiempo récord y se quedó pensando. Comenzaba a sentirse raro cada vez que estaba cerca del pelinegro, sentía como su corazón se aceleraba, como su estómago sentía un cosquilleo. No sabia que le pasa, pero sabía que eso no podía estar ocurriendo.

Es por eso, que salió de ese lugar, con dirección a la habitación de su mejor amigo, Soobin. Al llegar, tocó la puerta esperando una respuesta. Se escuchó un leve "Pase" y abrió la puerta.

Su mejor amigo, estaba recostado en la cama con la cara escondida entre las almohadas. Se acercó a él y se sentó en la orilla de la cama. Estaba a punto de hablar, pero el chico lo interrumpió.

- ¿Volviste a acostarte con él? – Se sentó al lado de Yeonjun.

- ¿Cómo lo sabes? – Lo miró sorprendido.

- Hueles a sexo. – Hizo una mueca de asco. - ¿Necesitas un consejo?

- Si. No se que me pasa, cada vez que estoy con él, se me acelera el corazón, siento un cosquilleo en el estómago, esto es algo que nunca me ha pasado.

- Te estas enamorando de San. Esto es increíble, creí que te acostabas con el por diversión.

- Y así es. Bueno, hasta hace un mes, cuando empecé a sentir esto.

- ¿Hace cuanto te acuestas con él? – Lo miro.

- Desde que lo conocí, hace tres años.

- Wow, ni siquiera yo he durado tanto con alguien. – Agarró la mano de Yeonjun en modo de apoyo. – No es bueno que te enamores de él, pero si necesitas ayuda, aquí estoy.

- Gracias, Bin. – Sonrió. 

𝐖𝐡𝐨 𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora