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El cuerpo de Wooyoung se tensó, reconocería esa voz en cualquier parte, por lo que lentamente se más, encontrándose con cierto pelinegro detrás de él, que lo miraba con una leve sonrisa.

- Se- Señor Sa- Satán. – Se golpeo mentalmente al tartamudear. - ¿Puedo hacer algo por usted?

El nombrado bufó. – No hace falta que me trates así, Wooyoung.

El rubio lo miró con los ojos bien abiertos, sorprendido y ahí fue cuando recordó lo dicho por Siwon "San los reconocerá apenas los vea", por lo que trato de disimular lo antes posible.

- No sabia que era tan importante para ti, como para que me reconocieras San. – Sonrió.

- ¿Los chicos? – El pelinegro ignoró ese comentario, a pesar de que, por alguna razón, su corazón se aceleró.

- Deben estar por ahí. – Se encogió de hombros.

- Investigándome, ¿Verdad? – Encarno una ceja.

- ¡¿Cómo lo sabes?! – Ahora sí, Wooyoung se encontraban muy sorprendido.

- ¡¿Así que es verdad?!, ¡Woo, lo decía de broma! – San hizo una mueca sorprendida, demasiado exagerada.

- Ay, no lo sé. – Desvió su mirada, ya que se encontraba nervioso, al estar frente al pelinegro. - ¿Qué haces aquí?, ¿No deberías estar conversando con esos viejos asquerosos?

- ¿Quieres que me vaya? – Frunció el ceño. – Que te vaya bien con esos viejos asquerosos.

El pelinegro se volteo, dispuesto a irse, pero un agarre en su brazo lo detuvo. Wooyoung se había arrepentido de sus palabras, por lo que detuvo a San antes de que hubiera sido mas tarde. Ambos chicos se miraron a los ojos, perdiendo la noción del tiempo, del espacio en el que se encontraban y de la cantidad de personas a su alrededor. No supieron en que momento ambos se comenzaron a acercar, al contrario, quedando a solo centímetros del rostro del otro, donde podían sentir la respiración contraria. Wooyoung involuntariamente, comenzó a cerrar sus ojos, esperando el contacto de la boca contraria, cosa que no paso, pero en cambio, recibió el contacto de los fuertes brazos de San, alrededor de su cintura, los cuales hicieron presión, juntando ambos cuerpos.

- Te estoy haciendo un favor. – Susurro el pelinegro en su oído. – Esos asquerosos no dejan de mirarte, solo lo hice para desviar su atención.

Wooyoung seguía estando atónito, cuando estaba apunto de devolverle el abrazo a San, este se separó, con su rostro serio, mirando hacia todos los lados, esperando que nadie mire al hermoso rubio frente a él.

- Diviértete. – Se fue dejando al rubio inmóvil.

[...] 

- Yo sabia que esos dos todavía se aman. – Hablo Yeosang, llamando la atención de Jongho, quien se encontraba con él.

- ¿Qué?, ¿Quiénes? – El menor comenzó a observar alrededor confundido.

- Idiota, San y Wooyoung. – El rubio coloco sus manos en la cara de Jongho, haciendo que mirara a la pareja, quienes se encontraban abrazados.

- Wow... ¡Hay que decirle a los demás! – Antes de que saliera corriendo, el rubio lo detuvo.

- No hace falta, ya lo saben.

Y así era, los demás chicos se encontraban mirando la escena entre ambos "Enamorados", desde otros rincones del gran salón. Todos tenían la esperanza de que ambos chicos volvieran a estar juntos. Es por eso, que cuando el pelinegro dejo a Wooyoung solo, todos se acercaron a él, rápidamente.

- ¿Y?, ¿Qué pasó? – Llegó de vieja chismosa Jackson.

- ¿Qué pasó de qué? – La voz de Wooyoung sonó pausada y desanimada.

- ¿Estas bien? – Hongjoong se acercó aún más a Wooyoung.

- Eh, sí, estoy perfectamente. – Mantenía su mirada en algún lugar del salón, lo que preocupaba a los demás. 

Al ver a Wooyoung tan perdido, decidieron no hablar del tema, por lo que simplemente se sentaron en un sofá cerca de la entrada. Pasó un rato, en el cual sentían la mirada intensa de alguien, sin levantar sospechas, comenzaron a mirar a su alrededor, dándose cuenta que la mirada pertenecía a mi nada más ni nada menos, que a Choi San. Aunque debían admitir, que la mirada del pelinegro, se encontraba sobre Wooyoung, quien, o era muy tonto o simplemente no le prestaba atención a su mirada.

Hubo un tiempo, en el que el pelinegro se estuvo debatiendo mentalmente, sobre si acercarse a los chicos o no, pero al final decidió hacerlo. Sabía que ellos también esperaban a que el se acercara, por lo que en este momento se encontraba junto a ellos, quienes, al notar su presencia, se sorprendieron, sobre todo Wooyoung.

- ¿Están disfrutando la fiesta? – Los miro con una sonrisa incómoda, ya que todas las miradas se encontraban en él.

- Si señor Choi, gracias por permitirnos entrar. – Hablo Seonghwa.

- No hace falta que seas tan cortés, Park. 

- Lo siento, señor Choi. – Respondió con una sonrisa.

- Estamos aquí, ¿Saben? – Interrumpió Hongjoong.

- No te pongas celoso, Kim. – San se acercó al peli azul y le pasó un brazo por los hombros. – Cualquier cosa que necesiten, estoy aquí.

San se iba a alejar de los chicos, pero la puerta siendo abierta con brusquedad, lo detuvo, miró hacia la entrada y supo que estaba jodido. El padre del chico que asesinó por pedido de Hyuna, se encontraba en su casa con un grupo de hombres armados. Sin demostrar, miedo o algo parecido, se asomó para que el hombre lo viera.

- ¿Se le ofrece algo señor? - Hablo con el mayor esfuerzo por ocultar su nerviosismo.

- Uno de ustedes asesinó a mi hijo. - Tras decir eso, los chicos notaron cómo el cuerpo de San se tensó, y comenzaron a sospechar. ¿Será posible que San esté involucrado en eso?

- ¿Y qué le hace pensar que esa persona se encuentra aquí? - Se acercó un poco más al hombre.

- Fuiste tú, ¿Verdad?

- Pudo haber sido cualquiera, hasta pudo haber sido uno de sus hombres, no necesariamente va a ser uno de.... - Fue interrumpido, ya que el hombre se acercó a él, tomándolo del cuello de su camisa y estampándolo contra una pared cercana, con fuerza.

Los demás presentes, asustado por qué algo le pasará al mafioso, trataron de acercarse, pero el pelinegro levantó una mano deteniéndolos. San mantenía sus manos cerca de la cabeza, ya que el hombre le apuntaba con un arma hacia esta.

- Me dices quien fue o te lo saco a la fuerza. – Amenazó.

- ¿Y que le hace pensar que yo lo sé? – A pesar de sentirse amenazado, San mantenía ese tono de respeto hacia el hombre.

El hombre, irritado, golpeó a San en el estómago dejándolo caer al suelo, mientras trataba de recuperar el aire. Mientras San se encontraba en el suelo, el hombre se acercó a la primera persona que se le ocurrió, Wooyoung y colocó un arma en su cabeza.

- Dime quien asesinó a mi hijo o lo matare.

- Hazlo. 

𝐖𝐡𝐨 𝐚𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora